Luego de ser secretario particular del extinto Juan Camilo Muriño, “El Chilango”, venido de más a menos, prefirió juagar en las “ligas menores”, tras apoyar la candidatura de su nuevo patrón Carlos Joaquín.
A pesar de que rinde culto a la figura del actual Gobernador, Orvañanos fue cobijado en un principio por Roberto Borge Angulo, luego de no ser favorecido con la candidatura a la Jefatura de Gobierno del que fuera el distrito Federal, ahora Ciudad de México.
En su afán por enterrar su obscuro pasado, “El Chilango” Carlos Orvañanos Rea, emigró a Quintana Roo en busca de un mejor futuro, luego de que en el 2012 traicionó a Ernesto Cordero en la elección interna del PAN, tras apoyar a Josefina Vázquez Mota en su aventura a la Presidencia de la República, lo que provocó que sus antiguos operadores y patrocinadores, que lo llevaron a la jefatura de la delegación de Cuajimalpa le retiraron la mano y le azotaron las puertas en sus narices, incluyendo a su principal benefactor Lorenzo Servitje, dejándolo en el ostracismo político por muchos años.Después de esto Orvañanos buscó refugio en la península bajo el amparo de exgobernador Roberto Borge Angulo, ahora preso, quien con la mano en la cintura le otorgó la licencia para vender en el estadio András Quintana Roo su cerveza artesanal denominada Tulum, la cual no gusto, por lo que esto contribuyo para que la extinta casa de los Potros de Hiero del Atlante, se viera favorecida con la ausencia de su afición, misma que estaba acostumbrada a degustar otros bebida del dios “Baco”.
Cabe señalar que “El Chilango” proviene de una familia de abolengo, toda vez que su padre es Luis Orvañanos Lascuráin, presidente del Grupo Geo, empresa que obtuvo multimillonarios contratos en obra pública durante la administración de Enrique Peña, lo cual quedó plasmado en el periódico de circulación nacional “El Sol de México”, donde se dio a conocer que el Sistema de Administración Tributaria le condonó en dicha administración más de 3 mil 84 millones de pesos.Antes de esto, Grupo Geo contó con el apoyo de Felipe Calderón, quien ha visto en Orvañanos a unos de su más fieles discípulos, por lo que este le brindó su apoyo en el 2019, para que obtuviera la candidatura local del distrito 7 de Cancún, lo cual resultó un reverendo fracaso, por lo que ahora el ex presidente de la republica busca que este “chilango” ocupe la alcaldía de Benito Juárez, para lo cual dispuso que Carlos Joaquín le diera la jefatura de Comunicación Social del Gobierno de Quintana Roo, hecho que le ha permitido publicitar su imagen, de por sí ya deteriorada por su traiciones y triquiñuelas.
Creditos: El Tiempo De Cancún