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Deciden la suerte del mundo

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La muerte de Epstein, un financista que se movía en los altos círculos políticos y culturales, llega en un momento muy conveniente por todo aquello que él sabía y se llevó a la tumba.

A Epstein se le achaca también la realización de experimentos de ingeniería genética en una de sus propiedades, suceso que prevé la creación de un mundo en riesgo de ser manipulado por quienes posean la técnica adecuada.

El convertir al ser humano en casi un robot, corta espacio para el libre albedrío, los sentimientos y la creatividad.

La modificación radical de la naturaleza humana a partir de la creación de modelos de seres humanos de acuerdo a necesidades específicas, como anhelaba Epstein, significa hurgar en las entrañas de la naturaleza humana y los bienes intangibles que el hombre guarda como patrimonio propio y sitio inexpugnable.

Una sociedad apegada a la tecnificación indiscriminada tenderá a la uniformidad, control y agrupamiento, suceso que responde a la visión premonitoria del escritor inglés Aldous Huxley, quien en su obra “Un mundo feliz”, se refiere a una sociedad de estratos controlados y definidos en donde todo se reduce a pensar lo pensable.

NOTA DEL DÍA: Yo creo que cualquier ciudadano de bien ambiciona lo mejor para nuestro país, que es Mexico. Estoy seguro que la gran mayoría desea recuperar la confianza en las Instituciones. Que se castigue a los responsables de la crisis. Que el peso mantenga o recobre su poder de compra. Que se termine con la desbocada especulación de bienes. Que se establezca un auténtico y permanente combate a la corrupción de cuello blanco y azul. Que se detenga la espiral inflacionaria. Que disminuya el precio de las gasolinas. Que se creen más empleos y solucionen los males derivados de un ambiente de crisis financieras recurrentes. Que se termine con las historias de enriquecimiento inexplicable. Que finalice la guerra no declarada. Que descienda el índice de violencia familiar. Que la impunidad llegue a su fin. Que se acabe con la producción de ninis. Que no haya huachicol. Que la cultura sea la culminación de un proceso democrático. Que se termine con un ambiente que promueve la acumulacion de dinero y bienes materiales, al costo que sea.

Que los valores del nacionalismo, la paz, la libertad y la honestidad se fortalezcan. Que realmente seamos un país libre e independiente. Que el hambre ancestral no sea un tema recurrente. Que se elija una política de austeridad dentro del gobierno. Que los sectores marginados de la sociedad tengan verdadero y libre acceso a instituciones de educación y salud. Que predomine un ambiente de civilidad política y respeto al interior y exterior de los partidos políticos. Que se cumpla rigurosamente con lo que dicta el orden constituciónal. Sin embargo, marchar por la ruta correcta significa participar de manera coherente en el desarrollo del país, sin anteponer ideologías o los problemas del momento. Es indispensable que cada persona respete la ley y desempeñe su labor en el ámbito que le corresponde, y no esperar a que de la noche a la mañana acabe todo lo malo asuela a la nación, ni que alguien venga del exterior, solo por buena gente, a resolver nuestros problemas.

CANTOS DEL PODER

DECIDEN LA SUERTE DEL MUNDO

Daniel Chavarria Garcia

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