Por El Bicho Politikón
¡Y la abuela parió cuates!
Sólo pasaron nueve meses (menos mal que no fue un sirenito, como el de Rigo) para que el gobierno de la llamada 4T asumiera su responsabilidad en la toma de decisiones en el barco cuyo nombre es México.
Que ya no va a culpar a gobiernos pasados de la ruta que lleva el navío.
Andrés Manuel asegura que ahora sí, deveras deveritas él es el capitán mi capitán… así pues, el primero de septiembre en lugar de informe será una nueva toma de protesta, ¡por fin tenemos presidente!
Esperemos que ahora sí se tomen las medidas correctas para componer el desastre de los últimos 30 años más nueve meses, fue un embarazo difícil, costoso, lleno de amenazas de aborto pero nació el chamaco, quizás con algún síndrome de autoritarismo, pero sano.
Particularmente tengo muchas dudas sobre el rumbo, sobre los métodos, sobre las capacidades de los que acompañan al capitán, no por incapaces en su área de competencia sino por no poder decir su verdad más fuerte y someterse a los dictados de la política.
Nueve meses de aprendizaje, de dejar en el camino a excelentes funcionarios, de unificar criterios… no sé si alcance, en todo caso ya es ganancia que se hagan responsables de lo que hacen, demos el beneficio de la duda a éste reinicio.
Por lo pronto, ya no habrá pretextos ni excusas ni pasado que valga para justificar los malos resultados, se les acabó el argumento principal a los chairos que hacía eco del líder, harían bien en tomar nota de la nueva era de responsabilidad que conlleva tener el poder.
Empieza pues la cuenta de lo bueno y lo malo, sin duda es un cuesta arriba muy grande, veamos el tamaño de estadista que tenemos y si le hace honor a la percepción que se tiene de él en el exterior, donde lo califican como el cuarto mejor presidente del mundo.
Pues eso.
