Unas personas mueren en la entrada del hospital, otras se van a casa porque no hay lugar para ellos, aunque es primordial su atención
En solo dos horas, 12 automóviles hicieron fila para entrar al Centro Médico Siglo XIX, que está saturado y trabaja a su máxima capacidad en la atención de enfermos con COVID-19; mientras algunos pacientes esperan su turno, otros mueren en la entrada.
“Traigo un enfermo que ya no respira”, gritó una familia en la puerta del hospital, para que le dieran acceso. Aunque médicos y enfermeras hicieron todo para reanimarlo, el paciente falleció.
La tarde de este jueves, 14 de enero, otras personas llegaron al nosocomio en ambulancias, Uber e incluso caminando, pese a la dificultad que tenían para respirar. Algunas de los pacientes que lograron entrar al Centro Médico Siglo XIX, salieron tras horas de espera sin conseguir cama o, literalmente, algo de oxígeno.
Tal fue el caso de una mujer con oxigenación de 49, quien salió sin tanque de oxígeno, porque el hospital no le “prestó” uno para llevárselo a su casa. Mientras que el señor Carlos Almazán, a quien un médico de precisó que es necesario hospitalizarlo, tuvo que irse a su casa porque no había un lugar para él.
“(Me voy) a mi casa. Ya me consiguieron oxígeno, que es lo que requiero. Ahorita me voy a casa, estoy muy cansado”, le dijo a la reportera Miriam Moreno del noticiero “Por la mañana” de Radio Fórmula.
Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México, aseguró a “Por la mañana” que el Gobierno capitalino está trabajando en ampliación en el número de camas para atención COVID-19.
Actualmente la capital del país cuenta con un total de 7 mil 570 camas dedicadas a la atención de pacientes COVID-19, de las cuales entre el 20 y 30 por ciento son para intubación.
Detalló que el 89 por ciento de las camas de hospitalización general para atención COVID en la Ciudad de México siguen ocupadas; mientras que el 79 por ciento que cuentan con ventilador están siendo utilizadas.
