La operación de los nuevos hoteles demuestra que las empresas mantienen su confianza para invertir en el Caribe mexicano.
La infraestructura hotelera que los destinos turísticos de Quintana Roo ofrecen al mundo se incrementó 1% durante 2021 con relación al 2020, al registrarse 12 nuevos hoteles en la entidad.
Los reportes de la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur) precisan que los nuevos centros de hospedaje también aumentaron el número de cuartos en 3.5%.
En 2020, la entidad contaba con mil 188 hoteles y 114 mil 789 habitaciones, y durante 2021 llegaron a mil 200 centros de hospedaje y 118 mil 772 cuartos disponibles.
Los 12 nuevos hoteles que entraron en operación el año pasado, aportaron tres mil 983 nuevas habitaciones al Caribe mexicano.
Los destinos turísticos que crecieron en infraestructura hotelera fueron Playa del Carmen, Solidaridad; Holbox, en Lázaro Cárdenas; y Cancún, cabecera del municipio de Benito Juárez.
Fabiola Vélez López, presidenta de la Asociación de Pequeños Hoteles del Centro de Playa del Carmen, señaló que el motivo del crecimiento de la hotelería y de los bienes raíces en general, se debe a personas visionarias que proyectaron a un corto y mediano plazo que la pandemia terminaría y la gente iba a tener la necesidad de viajar.
“Se prepararon para tener sus edificios terminados, con una visión y buena experiencia en cuanto al movimiento del turismo. Además, la reactivación de la actividad turística reflejó que las personas pueden trabajar desde cualquier sitio en el que se encuentren, siempre y cuando cuenten con la conexión de internet, lo que benefició la llegada de los viajeros”.
Quintana Roo sigue siendo un imán, tanto para inversionistas como para los turistas; por donde se transita se ven edificios nuevos y locales en venta, lo que se refleja con el flujo monetario en la economía en general.
Bertha Medina Núñez de Cáceres, presidenta de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos del Centro y sur de Quintana Roo, señaló que el crecimiento de la infraestructura hotelera refleja la confianza que existe entre los empresarios para invertir en el Caribe mexicano y que aún es un fuerte imán para nuevas inversiones y para el turismo nacional e internacional.
