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Por Martín G. Iglesias

Consummatum est

Casi completa se encuentra la plantilla de las y los que aspiran a gobernar el Estado a partir del 25 de septiembre de 2022, pues ya pasaron por el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), Nivardo Mena Villanueva, del Movimiento Auténtico Social (MAS); Laura Fernández Piña, de la alianza “Va por Quintana Roo”; Leslie Hendricks Rubio, del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y Mara Lezama Espinosa, de la alianza “Juntos Haremos Historia”; mañana martes, José Luis Pech Várguez hará lo mismo por el Movimiento Ciudadano (MC).

Pero más allá de “mostrar el músculo”, que lógicamente si cuentas con presupuestos y buenas relaciones acarrearás al mayor número de simpatizante, lo que está en juego es el futuro de Quintana Roo; de ahí que los electores deberemos de comparar los cinco proyectos que competirán para gobernar Quintana Roo.

Y si eso no es suficiente debemos de analizar quiénes son las personas que están detrás de estos proyectos políticos, que se suman, como se dice en términos coloquiales “los padrinos” que trae cada uno de estos aspirantes; la gente que los respalda, la trayectoria política de cada uno de las y los que nos quieren gobernar.

¿Qué representa Nivardo Mena? Un proyecto nuevo, humanista, enfocado principalmente a resolver las necesidades básicas de los habitantes de las comunidades de Quintana Roo; es el amigo del pueblo, sin mucha parafernalia que cumplir con lo que se compromete. Está consciente que la lucha será de “David contra Goliat”.

¿Qué representa Leslie Hendricks? Simplemente una ideología partidista que sangró (y sigue sangrando) a Quintana Roo; un esquema político anquilosado y caracterizado por la corrupción, el escándalo y la impunidad.

¿Qué representa Laura Fernández Piña? Una alianza que le ha fallado a las y los quintanarroenses, un gobierno que solo simula en las políticas públicas que tienen que ver con la salud, la educación, la inversión en infraestructura y que nos ha quedado a deber en otorgar seguridad pública, no solo a la población, sino también al empresariado.

¿Qué representa Mara Lezama? A todos esos políticos que no encontraron lugar en sus partidos y decidieron emigrar a “Juntos Haremos Historia”, como Juan Carrillo Soberanis, quien está próximo a ser llamado a cuentas por haber saqueado durante seis años las arcas de Isla Mujeres; y qué decir de la incongruencia de la senadora Marybel Villegas Canché, que de acuerdo con comentarios de quienes simpatizaban con ella, ya la consideran una traidora a sus propias condiciones.

De José Luis Pech Várguez, hablamos luego, pues veremos mañana quiénes son “sus padrinos” para aspirar por Movimiento Ciudadano a gobernar Quintana Roo.

Concluyo al decir: Candidatorum, qui adfectant, ii qui se regere ostenderunt imperare debent.

SASCAB

Ayer, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) entregó su informe de resultados de la “Cuenta Pública 2020”, donde en el apartado dedicado a los avances en el desarrollo del Tren Maya, a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), señala que el monto total de inversión para el proyecto aumentó 26.8% entre 2019 y 2021, al pasar de 141 mil 020 millones de pesos (mdp) a 178 mil 984 mdp, lo que se traduce en un encarecimiento de casi 38 mil mdp y un avance financiero de 18.5% de la inversión total estimada.

Pero además, el Tramo 4 (tramo de la muerte) otorgado a la empresa ICA mediante una adjudicación directa por contar con el derecho de vía de la carretera Kantunil-Cancún adyacente al trazo de la vía, es el que tiene el mayor monto por aclarar, de más de 100 mdp.

Así que tanto Rogelio Jiménez Pons, como Raúl Bermúdez Arreola tendrán que comparecer ante los diputados federales para explicar el monto de lo no declarado en la construcción del Tren Maya, no solo del tramo 4, sino del 5, tanto de la zona norte, como de la zona sur.

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