Cuestionan todo, algo a lo que muchos adultos no están acostumbrados, señaló la directora del CIJ
La generación Z, mejor conocida como “cristal”, ha tenido muchos problemas con el resto de las generaciones por su forma de ver la vida, por lo que incluso “cristal” es un término que no sería el más adecuado, sobre todo porque en lugar de ver los elementos positivos de estos jóvenes, se ha tomado como un adjetivo negativo, destacó la sicóloga Liliam Negrete Estrella, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Cancún.
“Cristal es un adjetivo que se utiliza sobre todo para referirse a chicos que son mucho más sensibles, esta generación se caracteriza por eso y, además, cristal es que se pueden romper fácilmente, no son tolerantes ante muchas cosas que están sucediendo”, explicó.
El término “cristal”, apuntó, ha ayudado a todos a entenderlos un poco más y debería permitir también establecer formas de relacionarse con ellos. Sin embargo, el llamarlos así también puede influir en su propia decisión de llevar ese estandarte y asumirse como tal el rol, porque “lo que tú no eres, lo vas a ser a partir de lo que te están adjudicando”.
Algo que es muy importante con los adolescentes y jóvenes es ver y fortalecer sus capacidades, sus habilidades y las fortalezas que tengan para que se sigan desarrollando; aprovechar que tal vez son más sensibles para ciertas cosas y que coadyuven a que sea una fortaleza para desarrollar otros elementos.
“Yo creo que es esta parte de sensibilidad, en lo que nos puede servir, en lo que nos puede ayudar, es en ser proactivos y en ese sentido que estos chavos puedan ayudar más a ciertas cosas. Esta parte de tecnología que podemos criticar es algo que manejan con una facilidad tremenda y pueden ser cosas útiles que hasta nosotros necesitamos también”, enfatizó.
Se esperaría que esta generación fuera más crítica a lo que se vive en el mundo actualmente, a lo que se está enfrentando y, por lo tanto, cuestionan todo, algo a lo que muchos adultos no están acostumbrados. Estas características provocan que haya muchos choques entre generaciones y de allí vienen los problemas entre jóvenes y adultos.
Además, se trata de jóvenes que están relacionados en 100 por ciento con la tecnología y que por lo mismo están muy integrados a las redes sociales, mucho de su día va relacionado con ello.
“Son chicos que no están tan interesados en la lectura, que incluso les cuesta trabajo esta parte de comprensión, la tienen poco desarrollada y, por lo tanto, son poco tolerantes a la crítica, al rechazo, a la frustración. Pero también manejan valores muy fuertes de lealtad, amistad”, dijo la sicóloga.
Aclaró que estos elementos son una generalidad, es decir, no significa que todos los jóvenes sean así tal cual, pero sí tienen algunas de estas características.
Los adolescentes y jóvenes conocidos como la generación “cristal” son todos aquellos nacidos después del 2000 -algunos investigadores han integrado a los que nacieron incluso dos o tres años antes- hasta quienes nacieron en 2015.
Negrete Estrella insistió en que, en general, con todos los adolescentes y jóvenes es fundamental empezar a ver sus fortalezas por las que puedan ser proactivos, no sólo la parte que adolecen, para así trabajar, enseñarles y que saquen la mejor parte de sus cualidades y que las debilidades se puedan utilizar para cuestiones a favor y no en contra.
Para ello es fundamental que los adultos, padres y maestros, no los encasillen y que, por el contrario, utilicen sus puntos a favor para mejorar las relaciones.
