Uber o no Uber ese es el dilema… Así como la famosa frase del máximo representante de la literatura inglesa William Shakespeare “Ser o no ser” plasmada en su monologo Hamlet en 1603, la polémica se presenta ahora en este estado ante este dilema de permitir subsistir a Uber o no.
La entrada de servicios de la plataforma digital de transporte más importante del mundo tiene varias disyuntivas y en todas, pone en pugna a la plataforma digital y la ciudadanía con al nuevo gobierno estatal, que ha seguido los pasos de la anterior administración y a tolerado y soportado las muchas irregularidades de los diferentes sindicatos de Taxistas en el Estado, pero en particular el sindicato Andrés Quintana Roo.
Un poco de contexto
Este sindicato de “choferes” practicante se asume como dueño único y plenipotenciario del transporte de pasajeros público en Q.Roo. y quien tiene una larga lista de “irregularidades” cometidas contra cualquiera que pueda osar aspirar a entrar en competencia directa o indirecta contra este sindicato.
Entre estas “irregularidades”, por no llamarlos delitos, se cuentan bloqueos de las principales arterias viales de la ciudad “zona hotelera” Intimidaciones, agresiones, persecuciones peliculescas a chóferes de otras plataformas, daños a sus unidades, amenazas a concesionarios de trasporte municipal y estatal etc.… Todas documentadas con lujo de detalles en las redes sociales y en algunas ocasiones en complicidad con personal del mismo instituto de movilidad de esta y la anterior administración estatal.
¿Quién paga los platos sucios?
Por el otro lado tenemos a la ciudadanía que está harta de los abusos de los Taxistas que impunemente se manejan con una patente de corso, para dar un pésimo servicio y condicionamientos al mismo, además de abusos en los cobros y maltrato al pasajero, todo lo anterior, sin mencionar que también ha sido una constante que muchos de los delitos de alto impacto que ocurren en el municipio y donde destaca uso de violencia, se efectúan usando o involucran unidades que son o lucen como taxis.
También es necesario mencionar las manifestaciones de los diferentes colectivos entre ellos colectivos feministas, claman desde hace muchos años por un transporte seguro en la ciudad, además del derecho de poder elegirlo.
Nota: En ningún momento se afirma que Uber o cualquiera de las plataformas digitales de transporte sean cien por ciento seguro, pero es una realidad que jamás lo averiguaremos si no se permite a la ciudadanía el probarlo y poder elegir.
¿Por qué no quiere el gobierno a Uber?
Y usted se preguntara, por qué esta cerrazón de los gobiernos municipales y estatales a la entrada de UBER, y en realidad no creo tengan algo en contra de la plataforma, salvo que la Uber o cualquier otra plataforma digital a diferencia de los diferentes sindicatos de Taxistas, no representan una plataforma de voto utilizable en los comicios electorales del estado, esto se ha hecho patente desde los Inicios de este bello estado, en cada elección donde recordamos como parte de una triste tradición que él. Sindicato Andrés Q. Roo apoyaba al candidato que había sido señalado por el Gobernador priista saliente dando rienda suelta y continuidad al más puro sindicalismo charro que se arrastra desde los años 70s, donde era un hecho, que una vez pasado el proceso electoral y elegido el nuevo gobernador, en el sindicato solo tenían esperar las nuevas concesiones “placas” como pago al apoyo manifestado.
La consigna, “Evitar a toda costa que Uber entre al estado”
Desde hace varios años que empezaron a verse a nivel global la creciente actividad de las plataformas digitales de transporte, el sindicato Andrés Q. ROO ha tratado a toda costa de evitar que estas puedan entrar en operaciones en el Estado.
Y ha generado diferentes estrategias para este fin, mismas que van desde la creación de aplicaciones que copian o emulan burdamente a las aplicaciones de las plataformas digitales como UBER O DIDI o el buscar sin mucho éxito, mejorar los servicios, el trato al pasajero y el modernizar sus unidades.
Sin dejar de mencionar las acciones, de intimidar a chóferes rivales, bloqueos de vialidades primordiales, amagos al congreso, el poder judicial federal etc.
Sin embargo, ningunas de estas acciones han funcionado. Y lo cierto es que Cancún es una ciudad cosmopolita y un icono en cuanto a la prestación de servicios a los turistas, quienes simplemente no puedes creer que, en este polo turístico tan importante, no se cuente con esta opción de transporte que funciona de manera global. Y a los turistas se le suma la ciudadanía que se ha cansado de manifestar su repudio a los Taxistas y su sindicato en las redes sociales.
¿Que sigue?
Lo que queda por hacer, es esperar a que se programe la nueva audiencia en el tribunal federal mismo que decidirá si procede la entrada en operaciones de Uber o no al estado. Y ¿por qué no? Estar pendientes de las reacciones de legisladores y gobernantes sobre la resolución de los magistrados.
