La administración de Ana Patricia Peralta, presidenta municipal de Benito Juárez, y del secretario de Seguridad Ciudadana, Carlos Ernesto D’Amiano Sumoano, enfrenta severas críticas por el descontento creciente entre los elementos de la policía municipal. Los oficiales acusan directamente a estas autoridades de permitir desigualdades, abusos laborales y una falta de liderazgo que ha desmoronado la confianza dentro de la corporación.
Uno de los detonantes de la indignación fue el pago de aguinaldos, donde los policías municipales, muchos con décadas de servicio, recibieron entre $6,000 y $8,000 pesos, mientras que los elementos de la Marina obtuvieron $12,000 pesos, además de otros beneficios como pavos navideños.
“Es una falta de respeto hacia quienes trabajamos día y noche por la seguridad de este municipio. Llevamos 10, 15, 20 años sirviendo, y nuestros recursos se los están dando a otros. No es justo ni ético”, comentaron elementos afectados, quienes han solicitado repetidamente que se respete su antigüedad y su esfuerzo.
El malestar no solo radica en los pagos injustos, sino también en el ambiente de abuso y prepotencia que impera en la corporación. Policías municipales señalan que el director David Flores Cervantes, bajo la protección de D’Amiano y Peralta, ha instaurado un régimen autoritario, donde los arrestos injustificados son una herramienta para mantener a la tropa bajo control.
“El director busca cualquier excusa para arrestar a los elementos y tenerlos disponibles. Si alguien se atreve a cuestionarlo, su respuesta es: ‘Las puertas de Recursos Humanos están abiertas’. Nos trata como si fuéramos desechables, mientras el secretario y la presidenta hacen oídos sordos”, afirmaron los denunciantes.
La falta de atención de Ana Patricia Peralta hacia los problemas internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana ha generado un ambiente de desconfianza y descontento. Los policías aseguran que la presidenta municipal ha dejado que los mandos actúen con total impunidad, sacrificando la dignidad y los derechos de quienes trabajan por la seguridad de Benito Juárez.
“El gobierno de Ana Patricia Peralta no tiene rumbo. Ha abandonado a su policía municipal, permitiendo que D’Amiano y sus subordinados hagan lo que quieran. Esta situación no solo afecta a los oficiales, sino a toda la ciudadanía, porque el descontento de la tropa repercute directamente en la seguridad pública”, advirtieron.
Mientras tanto, el silencio de Ana Patricia Peralta y Carlos D’Amiano sigue siendo una ofensa para quienes, día a día, arriesgan sus vidas por proteger a Benito Juárez. La pregunta que flota en el aire es: ¿cuánto tiempo más seguirá la indiferencia de este gobierno hacia sus propios policías?