Guatemala amaneció de luto este lunes tras un devastador accidente que cobró la vida de al menos 45 personas. Un bus extraurbano de los Transportes “Tineca” cayó en la madrugada al fondo del barranco del puente Belice, en la calzada La Paz, sumiendo al país en el dolor y la incertidumbre.

La unidad accidentada había partido a las 03:00 horas desde la aldea Estancia de la Virgen, en San Agustín Acasaguastlán, El Progreso, con destino a la ciudad de Guatemala. Sin embargo, lo que debía ser un recorrido rutinario terminó en una escena dantesca cuando el bus se precipitó al vacío.

Bomberos Municipales y Voluntarios trabajan en el lugar, luchando contra el lodo y las aguas negras del río que atraviesa el fondo de la hondonada, en un esfuerzo desesperado por rescatar sobrevivientes y recuperar cuerpos.

El ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Díaz Bobadilla, informó que el vehículo tenía más de 30 años de funcionamiento, aunque su conductor contaba con licencia vigente hasta mayo de 2025. No se ha confirmado aún si la unidad poseía un seguro en regla, lo que ha despertado dudas sobre la supervisión del transporte público en el país.

El Ministerio Público ya se encuentra en el lugar, procesando la escena y trabajando en la identificación de las víctimas. Se ha instalado una morgue provisional para facilitar este proceso.

El presidente Bernardo Arévalo se pronunció sobre la tragedia, decretando luto nacional y expresando su solidaridad con las familias afectadas. “Hoy Guatemala llora la pérdida de decenas de compatriotas. Estamos comprometidos en esclarecer las causas y evitar que esto vuelva a ocurrir”, afirmó el mandatario.

El accidente en el puente Belice reaviva la preocupación sobre el estado del transporte extraurbano y la seguridad vial en Guatemala. Mientras el país se sumerge en el duelo, las autoridades enfrentan la presión de dar respuestas a una nación que exige justicia y prevención para que tragedias como esta no se repitan.