El director de la Policía Preventiva, David Flores Cervantes, alias “Gavilán”, se encuentra nuevamente en polémica, tras revelarse un escandaloso esquema de corrupción dentro de la corporación. Fuentes al interior de la Policía Municipal han denunciado que las 127 patrullas entregadas ayer en el Malecón Tajamar no serán distribuidas de manera equitativa, sino que estarán sujetas a un sistema de cuotas semanales impuestas a los propios elementos de seguridad.

Según la información recabada, cada unidad deberá pagar entre 4,000 y 5,000 pesos semanales para poder operar. Las tarifas varían según el sector: el Sector Cuatro, que cuenta con menos unidades, pagará alrededor de 4,000 pesos, mientras que el Sector Dos (zona centro) tendrá que desembolsar 5,000 pesos semanales por el uso de una patrulla nueva.

Las órdenes de “Gavilán” han sido claras: se debe recuperar la inversión realizada en las unidades recién adquiridas. Este esquema de corrupción no solo afecta a los elementos de la policía, sino que pone en riesgo la seguridad del municipio, pues los oficiales estarán más preocupados por generar ingresos para cubrir la cuota que por cumplir con su deber de proteger a la ciudadanía.

El día de ayer, la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta de la Peña, presentó con gran entusiasmo la entrega de las patrullas, asegurando que se trataba de una fuerte inversión en materia de seguridad. Sin embargo, la realidad es que el costo de estas unidades no será absorbido por el gobierno municipal, sino que será pagado por los propios policías a través de este sistema de cuotas irregulares.

Además, en el mismo evento se anunció la entrega de dos ambulancias. No obstante, ninguna de ellas fue presentada oficialmente, argumentando que aún se encuentran en proceso de equipamiento. Esta falta de transparencia genera dudas sobre si realmente existen o si, al igual que con las patrullas, hay irregularidades en su asignación.

Por otro lado, el secretario de Seguridad Ciudadana, Carlos Ernesto Damiáno Sumoano, fue cuestionado sobre la distribución de las nuevas patrullas, pero su respuesta dejó más dudas que certezas. Su desconocimiento sobre el tema sugiere que su papel es meramente decorativo, mientras que quien realmente maneja los hilos de la Secretaría es David Flores Cervantes, “Gavilán”.

Las denuncias provenientes del interior de la Policía Municipal confirman una preocupante realidad: los oficiales ahora deberán trabajar para recuperar la inversión en patrullas en lugar de enfocarse en brindar seguridad a la población.

Este esquema de corrupción no solo es una traición a los policías, sino también a la ciudadanía, que esperaba que la inversión en seguridad fuera realmente en su beneficio y no un negocio más de los altos mandos.

Es urgente que las autoridades investiguen y frenen este abuso de poder, antes de que la seguridad en Benito Juárez se vea aún más afectada por este tipo de prácticas corruptas.