Cancún, Quintana Roo – La Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado (SSP) de Quintana Roo, encabezada por Julio César Gómez Torres, sigue demostrando que su prioridad no es la seguridad, sino el espectáculo. Esta vez, la patrulla 12319 protagonizó un vergonzoso episodio que deja en evidencia la falta de capacitación, estrategia y profesionalismo de la policía estatal.

En un video que ya circula ampliamente en redes sociales, cuatro elementos de la SSP intentan someter a un solo individuo con una torpeza que roza lo ridículo. La escena parece más una comedia barata que una acción policial seria. Mientras los agentes forcejean inútilmente, el presunto ladrón —o tal vez solo una víctima de abuso policial— muestra más habilidad que los propios uniformados, esquivando, resistiendo y dejando en ridículo a quienes supuestamente están entrenados para manejar este tipo de situaciones.

Bajo el mando de Julio César Gómez Torres, la policía estatal de Quintana Roo se ha convertido en sinónimo de incompetencia. No es la primera vez que los elementos de seguridad fallan en una tarea tan básica como una detención, pero lo ocurrido con la patrulla 12319 expone de manera brutal la crisis dentro de la corporación: falta de capacitación, de liderazgo y de protocolos claros.

La pregunta ahora es: ¿qué pasó realmente? ¿Era un delincuente de alto perfil con habilidades sobrehumanas o simplemente otro ciudadano víctima del abuso y la ineptitud policial? Mientras el titular de la SSP sigue sin dar respuestas ni asumir responsabilidad, la inseguridad en Quintana Roo sigue en aumento, y la confianza en la policía estatal está en su punto más bajo.

Lo que es un hecho es que Julio César Gómez Torres y su equipo han fracasado rotundamente en garantizar una policía eficiente y preparada. Si no pueden controlar a un solo individuo, ¿qué podemos esperar cuando se enfrenten a verdaderos criminales?