Bajo su protección, operadores sin licencia y sin experiencia manejan maquinaria pesada; CATEM se cree intocable por su relación con el Tren Maya
La corrupción y negligencia dentro del sindicato CATEM, dirigido por Juvenal Reyes Marrufo, ha convertido las carreteras de Quintana Roo en zonas de alto riesgo. Su descarado tráfico de influencias permite que operadores sin licencia ni experiencia conduzcan maquinaria pesada, causando tragedias que podrían haberse evitado. La más reciente ocurrió en Puerto Morelos, donde un menor de 17 años, contratado de manera ilegal, desató un baño de sangre en la carretera Cancún-Puerto Morelos.
Sin embargo, lo más indignante es que CATEM y sus líderes se sienten intocables, protegidos por sus contratos con el Tren Maya, una de las obras más ambiciosas del gobierno federal. La organización sindical ha logrado insertarse en este megaproyecto, dándoles un manto de impunidad que los hace actuar como si estuvieran por encima de la ley.
Desde hace tiempo, CATEM ha sido señalado por permitir que conductores sin certificación manejen camiones de carga, poniendo en peligro la vida de miles de personas. Las víctimas mortales no son casualidad, sino el resultado directo de la corrupción y la avaricia de Reyes Marrufo y su red de complicidades.
Hace apenas unos meses, un operador afiliado a CATEM atropelló y mató a una mujer en Cancún debido a su negligencia al volante. El caso quedó impune y, como si nada hubiera pasado, el sindicato continuó operando con su misma política de reclutar conductores sin preparación, ignorando por completo la seguridad vial.
El asesino en esta ocasión fue José del Carmen, un joven de 17 años que, sin licencia ni experiencia, fue puesto al volante de un volquete cargado con asfalto hirviendo. El resultado: un muerto, nueve heridos y una escena de terror en la carretera Cancún-Puerto Morelos.
La víctima mortal, Jorge Luis Ramos Marroquín, quedó destrozado dentro de su camioneta, mientras que Elise Cafee, de 46 años, sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo al ser alcanzada por el asfalto caliente. Su estado es crítico.
Lo que indigna aún más es que CATEM no es cualquier sindicato. Bajo el mando de Reyes Marrufo, han logrado colarse en proyectos multimillonarios como el Tren Maya, donde manejan una gran parte de la contratación de operadores y maquinaria.
Esta relación con el megaproyecto federal les ha dado un blindaje político y legal que les permite operar con total impunidad. Saben que tienen protección desde las altas esferas del poder y que, aunque muera gente por su corrupción, nadie se atreverá a tocarlos.
Mientras tanto, los operadores de CATEM siguen manejando sin licencias, sin experiencia y sin control.
Familiares de las víctimas han alzado la voz, exigiendo sanciones ejemplares contra Reyes Marrufo y su sindicato de la muerte.
La impunidad con la que operan no solo pone en riesgo a los automovilistas de Quintana Roo, sino que pone en duda la seguridad del propio Tren Maya, ya que muchos de sus operadores siguen sin la capacitación adecuada.
Las investigaciones han comenzado, pero la gran incógnita es si esta vez Reyes Marrufo será castigado o si nuevamente se saldrá con la suya.
Mientras tanto, la corrupción de CATEM sigue cobrando vidas.
Seguiremos informando.


