El Ayuntamiento de Benito Juárez, encabezado por el secretario Pablo Gutiérrez, sigue demostrando su complicidad con el crimen organizado y su desprecio por la libertad de prensa. La noche de este lunes, la patrulla 5674, bajo el mando del director de la policía municipal, David Flores Cervantes, alias “Gavilán”, ingresó ilegalmente a una propiedad privada con las luces apagadas bajo el pretexto de un reporte de detonaciones de arma de fuego en la Supermanzana 106. Sin embargo, dicho reporte resultó ser falso, dejando en evidencia que la irrupción tenía otros motivos.
El verdadero objetivo de este abuso de autoridad parece ser el periodista Rubén Darío, quien ha expuesto en múltiples ocasiones los vínculos de “Gavilán” con el crimen organizado. En un acto de cobardía y abuso de poder, al verse descubierto, “Gavilán” no dudó en lanzar su patrulla contra la hija del periodista, una menor de apenas 13 años, y posteriormente, en un intento de fuga, agredió físicamente a Rubén Darío y a su esposa.
Este ataque no es un hecho aislado. Desde que el periodista expuso que “Gavilán” recibía pagos de un ex policía ejecutado hace una semana, quien a su vez brindaba servicio al empresario Tomás Suaste, ha sido blanco de amenazas y agresiones. El silencio del Ayuntamiento de Benito Juárez y su área de comunicación social solo confirma la protección que Pablo Gutiérrez brinda a este jefe policial corrupto, permitiéndole actuar con total impunidad.
El caso ya ha sido denunciado ante la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, además de que el periodista ha enviado pruebas al Mecanismo de Protección para Periodistas. Sin embargo, esto no cambia la realidad de que su familia se ve obligada a abandonar el estado por seguridad, debido a la complicidad del gobierno municipal con quienes deberían estar combatiendo el crimen y no protegiéndolo.
Elementos de la Policía Estatal y la Marina llegaron al lugar, pero tras tomar conocimiento de la situación, se retiraron sin mayor intervención. Este patrón de acoso y represión contra la prensa independiente no solo pone en riesgo la vida de los periodistas, sino que deja claro que Benito Juárez está gobernado por personajes que usan la fuerza pública para sus intereses personales y no para garantizar la seguridad de la ciudadanía.
Pablo Gutiérrez y “Gavilán” deben responder ante estos hechos. ¿Seguirán escondiéndose tras su silencio o asumirán la responsabilidad por el clima de terror que han impuesto en el municipio? La sociedad no puede seguir tolerando que la policía municipal sea un brazo de la corrupción y la impunidad.








