Las calles de Cancún,se han convertido en un verdadero campo de batalla para automovilistas y peatones. La falta de vigilancia vial ha desatado un incremento alarmante en los accidentes de tránsito, dejando un saldo de múltiples lesionados y daños materiales. Todo esto debido a una polémica decisión del secretario del ayuntamiento Pablo Gutiérrez, quien optó por retirar a los elementos de la corporación de sus funciones en las calles, dejándolos varados sin cumplir con su deber.
Los ciudadanos han levantado la voz ante esta grave problemática. En los últimos días, diversos percances han ocurrido en avenidas clave de la ciudad, donde la ausencia de agentes ha convertido las vialidades en zonas de riesgo inminente. Testigos han reportado choques por alcance, atropellamientos y congestionamientos kilométricos que han paralizado la movilidad.
“Esto es un desastre, aquí se han visto motos derrapando, carros impactándose en las esquinas porque no hay quien ponga orden. Parece que estamos en una ciudad sin ley”, declaró un comerciante de la zona, quien ha sido testigo del descontrol vehicular que se vive desde que los agentes fueron removidos
La decisión de “banquear” a los oficiales de Tránsito, es decir, retirarlos de sus funciones operativas, ha generado una ola de indignación. Mientras tanto, los semáforos, que costaron una millonaria inversión, siguen funcionando sin inconvenientes en zonas donde la vigilancia humana no era prioritaria.
Esta situación ha desatado especulaciones sobre las razones detrás de esta orden. Algunos señalan que se trata de una medida de represalia contra el personal de Tránsito, mientras que otros lo ven como un acto de total incompetencia por parte de la administración de Pablo Gutiérrez.
En tanto el transporte público, hace y deshace a su antojo ante la falta de vigilancia de los agentes de tránsito, esto también pone en riesgo la vida de los Cancunenses quienes son los que día con día , utilizan el servicio público para desplazarse.
La población no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados y exige que se tomen cartas en el asunto de inmediato. “¿Cuántos accidentes más tienen que ocurrir? ¿Cuántas vidas tienen que ponerse en peligro para que el gobierno reaccione?”, expresó un vecino molesto ante la inacción de las autoridades.
El clamor ciudadano es claro: es urgente que los elementos de Tránsito regresen a sus funciones antes de que ocurra una tragedia mayor. Mientras tanto, las calles de Cancún seguirán siendo un peligro latente, donde la falta de orden y la negligencia administrativa podrían cobrar un precio demasiado alto.
