¡La cloaca del Ayuntamiento de Benito Juárez se destapa! Un escándalo más sacude la administración de Ana Paty Peralta, y esta vez el epicentro de la corrupción se encuentra en la oficina del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).
En un acto descarado de influyentismo, el secretario del Ayuntamiento, Pablo Gutiérrez, ha convertido esta dependencia en un refugio de amigos y protegidos, encubriendo a una directora que ni siquiera cumple con los requisitos para el cargo: María Guadalupe Alcocer Espadas.
Alcocer Espadas, quien oficialmente sigue siendo solo “encargada de despacho”, no tiene la licenciatura requerida para dirigir SIPINNA. Según el manual de organización del municipio, el puesto exige una carrera en Psicología, Derecho o Trabajo Social, pero la realidad es que ella solo tiene bachillerato y su experiencia más relevante es haber sido directora de Relaciones Públicas en la gestión del exgobernador preso Roberto Borge.
Bajo su dirección, la oficina ha dejado de atender a la ciudadanía, priorizando eventos donde ella pueda lucirse públicamente. Pero eso no es todo: su gestión ha sido un golpe directo a los derechos de la niñez y adolescencia en el municipio, desmantelando el trabajo previo y dejando en la indefensión a miles de menores.
Además de la ineficiencia y el abandono de funciones, dentro de SIPINNA reina el miedo. La directora es descrita como una persona déspota y autoritaria que maltrata a su equipo y se siente intocable gracias a la protección de Pablo Gutiérrez, tanta es la complacencia que hasta se duerme en las juntas con total y vil descaro. En solo tres meses, ha despedido a más de cinco trabajadores sin justificación, destruyendo la estructura operativa de la dependencia.
Para empeorar el panorama, ha llenado la oficina de allegados, como su nuevo secretario técnico, Arturo Jiménez, quien no tiene experiencia en el sector, pero sí es cercano a ella.
La gran pregunta es: ¿qué intereses oscuros hay detrás de esta protección? Fuentes dentro del ayuntamiento aseguran que Pablo Gutiérrez mantiene a Alcocer Espadas en el cargo porque responde a sus órdenes, y él, a su vez, cuenta con la venia de la presidenta municipal Ana Paty Peralta, quien hasta el momento ha guardado un cómplice silencio ante las denuncias.
Si Ana Paty Peralta realmente quiere mantener su imagen “limpia”, debería tomar cartas en el asunto y destituir inmediatamente a esta funcionaria incompetente. De lo contrario, quedará claro que en su administración lo que importa no es el bienestar de los niños y adolescentes, sino los amiguismos, el influyentismo y el abuso de poder.
¿Seguirá protegiendo Ana Paty Peralta a Pablo Gutiérrez y su red de corrupción? ¿O dejará de ser cómplice y hará lo correcto? El pueblo de Benito Juárez merece respuestas.






