La Policía Municipal de Cancún vuelve a estar en el ojo del huracán tras un brutal accidente ocurrido la tarde de este domingo en la Supermanzana 100, donde una patrulla, manejada con total imprudencia, arrolló un vehículo particular y dejó cinco personas gravemente heridas. Lo peor llegó después: el director de la corporación, Géminis, fue visto en el hospital de la 510 presionando a peritos de tránsito para modificar el reporte oficial y proteger a sus elementos.
De acuerdo con testigos, la patrulla municipal circulaba a exceso de velocidad por la intersección de las calles 32 y 125 sin respetar un alto y sin llevar códigos encendidos, a pesar de que supuestamente se dirigía a atender un asalto. En su temeraria conducción, los oficiales impactaron violentamente a un vehículo particular, proyectándolo contra otro auto estacionado y dejando una escena caótica de destrucción.
El saldo fue alarmante: tres policías heridos de gravedad, incluyendo una oficial con lesiones severas, así como dos civiles que resultaron con fracturas y hemorragias.
El escándalo no terminó ahí. Varios vecinos que presenciaron el accidente aseguraron que los policías bajaron de la patrulla en estado de evidente desorientación, tambaleándose y con dificultad para hablar. De inmediato surgieron sospechas de que los oficiales podrían haber estado bajo los efectos del alcohol al momento del choque. Sin embargo, nadie en la corporación ha dado la cara para esclarecer esta grave acusación.
El verdadero golpe a la confianza ciudadana llegó cuando se descubrió que el director de la Policía Municipal, “Géminis”se presentó en el hospital de la 510 en un intento descarado por interferir en la investigación. Según fuentes dentro del nosocomio, “Geminis”trató de negociar con los peritos de tránsito para alterar el parte oficial y minimizar la responsabilidad de los oficiales involucrados.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Seguridad Pública ni el Ayuntamiento han dado declaraciones sobre este intento de encubrimiento, lo que solo ha avivado la indignación de los ciudadanos, quienes denuncian que este caso es una prueba más de la corrupción e impunidad con la que opera la policía en Cancún.
Mientras tanto, las víctimas del accidente siguen hospitalizadas, luchando con lesiones graves, mientras sus familiares exigen justicia y que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables.









