Un lamentable accidente ocurrido el pasado viernes en Arco Norte en la región 259 ha dejado en evidencia la irresponsabilidad de la aseguradora GNP, que hasta el momento se ha negado a cubrir los gastos médicos de una de las víctimas, un operador de mototaxi que lucha por recuperarse de sus heridas.

El choque fue provocado por una camioneta pickup asegurada por GNP, cuyo conductor se encontraba en estado de ebriedad al momento del impacto. La imprudencia de esta persona no solo puso en peligro su propia vida, sino que dejó un saldo de tres personas gravemente heridas, entre ellas el operador del mototaxi, quien tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital General debido a la gravedad de sus lesiones.

A pesar de que la responsabilidad del accidente recae directamente en la conductora de la camioneta, la aseguradora GNP ha optado por lavarse las manos y ofrecer una indemnización insultante de solo 100 mil pesos. Una cantidad totalmente insuficiente para cubrir los costos médicos y los daños materiales derivados del siniestro.

El operador de mototaxi, quien depende de su trabajo diario para subsistir, ahora enfrenta una doble tragedia: las secuelas del accidente y la indiferencia de la aseguradora que debería responder por los daños. Al no recibir el respaldo que le corresponde, se ha visto obligado a costear de su propio bolsillo los tratamientos médicos y la rehabilitación necesaria para su recuperación.

Como si esto no fuera suficiente, su sindicato de transportistas,la organización que se supone debería apoyarlo en momentos difíciles, ha optado por darle la espalda, dejando en evidencia la falta de compromiso y solidaridad con sus propios trabajadores.

Mientras tanto, el responsable del accidente sigue sin enfrentar las consecuencias de su imprudencia, y la aseguradora hace todo lo posible para minimizar su responsabilidad, como suele ocurrir en muchos casos donde las víctimas quedan a la deriva y sin respaldo legal ni financiero.

Es indignante que en México las aseguradoras como GNP se beneficien de los pagos de sus clientes, pero cuando llega el momento de cumplir con su obligación, pongan trabas y ofrezcan compensaciones ridículas que no cubren ni una fracción de los daños reales.

Exigimos que las autoridades competentes intervengan para garantizar que el operador de mototaxi reciba la atención médica que necesita y que la aseguradora asuma completamente su responsabilidad en este caso. No es posible que una persona lesionada, que no tuvo ninguna culpa en el accidente, tenga que endeudarse y sacrificar su recuperación porque GNP se niega a pagar lo que corresponde.

Este caso no debe quedar impune. Es momento de que las aseguradoras dejen de aprovecharse de las víctimas y comiencen a responder con justicia y ética ante las tragedias que afectan a miles de mexicanos cada año.