La mañana de este miércoles, un conductor decidió que la avenida León Vicario era su pista de carreras personal, pero su aventura terminó abruptamente cuando perdió el control de su camioneta Jeep y se estampó contra un árbol, provocando una aparatosa volcadura en la Región 208.


Hasta ahí, todo normal para un accidente. Lo curioso vino después: cuando los elementos de Tránsito y personal de rescate urbano de la unidad QROO-028 llegaron al lugar, encontraron la camioneta… pero sin conductor. Al parecer, el responsable aplicó la famosa táctica del “aquí corrió, que aquí quedó”, huyendo del sitio antes de que lo alcanzaran las autoridades.


Dentro del vehículo, los oficiales encontraron latas de cerveza, lo que sugiere que el conductor iba más mareado que un turista en su primer tour de tequila. La zona fue acordonada mientras las grúas hacían su trabajo y la camioneta volvía a sus cuatro ruedas, lista para ser llevada al corralón.


Por ahora, las autoridades investigan para dar con el paradero del misterioso piloto y determinar qué tan etílica fue su escapada. Lo único seguro es que, además del susto y los daños, dejó su Jeep a la buena de Dios… y con unas chelas de testigos.
