Cancún vibró con emociones y devoción durante la vigésima cuarta edición del Viacrucis, un evento que ha consolidado su lugar como una tradición emblemática, comparable al reconocido Viacrucis de Iztapalapa en la Ciudad de México. Decenas de asistentes se congregaron en Playa El Mirador a las 4 de la tarde para presenciar una conmovedora dramatización de la Pasión de Cristo.
Esta representación, organizada por el grupo “Evangelización Creativa”, buscó no solo fortalecer los valores cristianos y universales dentro de la comunidad, sino también mostrar al turismo internacional el profundo arraigo cultural y espiritual de México. Con pasión y entrega, niños, jóvenes y adultos dieron vida al emotivo relato que simboliza el sacrificio del hijo de Dios por la salvación de las almas.
De carácter familiar y gratuito, el evento ofreció a los asistentes 80 minutos de reflexión y conexión espiritual, convirtiéndose en un puente entre tradición y modernidad, fe y cultura. Playa Delfines se erigió como un escenario donde el arte y la devoción confluyeron para exponer al mundo la riqueza cultural y espiritual de los mexicanos.
