Asumió el cargo en marzo del 2013; rompió esquemas en la Iglesia tradicional católica. Argentino, simpatizante del San Lorenzo. Siempre muy cercano a la gente, el primer Papa latinoamericano.
Fue el primero en elegir el nombre de Francisco, dijo, para imprimir un pontificado en defensa de los más pobres e indefensos. Rompió el protocolo para ser uno más, sin privilegios, y se adaptó a la era digital, evangelizando a través de las aplicaciones modernas.
Siempre levantó la voz para señalar y no le tembló la garganta para exigir líderes capaces de incluir la misericordia en sus planes de gobierno. Acercó a los divorciados a la comunión y eliminó la burocracia hasta donde pudo.
Sin duda, un Papa diferente que asombró con sus formas pero fue siempre fiel a su espíritu de servicio.
“El sacerdote está para acercar a los hombres a Dios, no para destruirlos en nombre de Dios”.
