El incidente ocurrió en las instalaciones del plantel ubicado en la Región 236, poco antes de la hora de salida. Según testigos, los prefectos intervinieron de inmediato y, en lugar de solicitar ayuda médica oficial, dialogaron directamente con los padres del menor, identificado con las iniciales “B. N.”, entregándolo ya con el brazo vendado para que lo llevaran por cuenta propia a un médico.

Los padres del estudiante señalaron que sus pertenencias fueron retiradas del aula por otra alumna, presuntamente para evitar que el caso llegara a conocimiento de las autoridades de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ). No se solicitó ambulancia ni se dio parte a la policía.
Pese a los intentos de la escuela por manejar el caso con discreción, la información se filtró. Cabe mencionar que este plantel ha registrado diversos incidentes que han requerido la presencia de las autoridades, y aunque se sabe que algunos alumnos han ingresado objetos prohibidos, se desconoce qué medidas disciplinarias o de seguridad se han implementado.