la Presidenta Municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, ha “encontrado” la solución para reducir la violencia en Cancún: cerrar los bares más temprano.
Sí, así como lo leen. A partir de ahora, los bares y restaurante-bar de la zona urbana solo podrán operar hasta las 2:00 a.m., y los de la zona turística hasta las 3:00 a.m.. Porque, evidentemente, la inseguridad, los robos, los homicidios y la violencia estructural que vive Cancún… tienen que ver con que alguien se tome una cerveza a las 3:30 de la mañana.


La medida, aprobada por el Cabildo de Benito Juárez, tiene como objetivo “disminuir el consumo excesivo de alcohol” y así —como si de una varita mágica se tratara— bajar los índices de violencia.
Y aquí la pregunta obligada para los ciudadanos cancunenses:




Los empresarios del sector turístico, por su parte, no están tan convencidos de que esta medida ayude en algo. Muchos advierten que la vida nocturna es uno de los principales motores económicos de Cancún, y que reducir horarios es cerrar la llave del dinero en una ciudad que depende del turismo como oxígeno.
Pero claro, según el nuevo plan municipal, si cerramos el bar una hora antes, todos volveremos a casa a leer un libro y construir paz desde el sofá.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que esta medida realmente ayuda a reducir la violencia, o solo es una decisión que golpea al turismo y a la economía local? ¿Se consultó a la ciudadanía antes de implementar esta “solución mágica”?
Porque si la violencia se resolviera cerrando bares, ya estaríamos en Suiza