Este mercado turístico programa sus viajes a otros destinos al no encontrar espacios cómodos para poder vacacionar.
La falta de infraestructura turística en México, principalmente en Quintana Roo, para la atención del mercado inclusivo lleva a perder cada año 129 mil millones de dólares en derrama económica, de parte que no eligen a los destinos mexicanos ante la falta de espacios cómodos para poder vacacionar.
Claudia Lorena Peralta, directora del Instituto Iberoamericano de Turismo Inclusivo, señaló que los principales mercados son Estados Unidos que aportaría una derrama de 50 mil millones de dólares y Latinoamérica con 79 mil millones, sin embargo al no encontrar hoteles e infraestructura deciden programar sus viajes a otros destinos turísticos.
El mercado en estos dos países es de 139 millones viajeros con discapacidad, y que están buscando viajes de placer pero que sean accesibles, desde el transporte, un centro de hospedaje no solo con una habitación adaptada, también las instalaciones deben serlo, algo que no siempre sucede.
“Es necesario la creación de productos inclusivos, pero para ello es importante la capacitación, que ayude a tener una realidad a que toda la cadena de valor, desde el hotel, agencias de viajes, aeropuertos junto con el gobierno, y sobre todo tomar en cuenta a las personas con discapacidad, para identificar qué es lo que requieren”, agregó.
Lorena Peralta mencionó que en los últimos años el turismo de Estados Unidos sería el principal y de acuerdo con las estimaciones son cerca de 26 millones de viajeros con discapacidad realizan viajes, e incluso pagan hasta 30% más elevado por estas facilidades.
La mayoría viaja acompañada y de ahí la importancia de que los espacios estén en igualdad para todos, ya que esto los hace sentir cómodos y tener una estancia de placer.
En el caso de Quintana Roo, únicamente un par de arenales en Playa del Carmen y Cancún está adaptada para ser playas inclusivas, y recientemente una plaza comercial recibió un distintivo de Accesibilidad por estar pensada en la inclusión, sin embargo, el resto de la infraestructura requiere adaptaciones.
