*María Elena Hermelinda Lezama Espinoza, mejor conocida en el “bajo mundo” del espectáculo y de la política, como Mara Lezama, solapó que José de la Peña Ruiz de Chávez mangoneara a sus mandos policiacos, como viles títeres.
*Todo ello para salvar la de por si desprestigiada reputación de su familia, que ahora se ve envuelta en un accidente de tránsito en la Zona Hotelera de este destino turístico.
A pesar de que el “tráfico de influencia” es un delito tipificado en el Artículo 221 del Código Penal Federal, en Cancún este tipo de ilícitos son permitidos sin ningún castigo, bajo el beneplácito de la misma autoridad, luego de que la presidenta municipal de Benito Juárez, María Elena Hermelinda Lezama Espinoza, mejor conocida en el “bajo mundo” del espectáculo y de la política, como Mara Lezama, dio la anuencia para que el diputado local de la décima sexta legislatura, por parte del partido Verde Ecologista, José de la Peña Ruiz de Chávez, mangoneara como vil títere al director de la policía turística, Cesar Augusto Escamilla Pacheco, quien sin hacer valer el juramento de aplicar la justicia, “trátese quien se trate”, permitió que el nieto de este legislador, “Pepe” de la Peña, se marchara como sin nada, después de haber impactado su vehículo sobre el bulevar Kukulcán en completo estado de ebriedad.
Todo parece indicar que el municipio de Benito Juárez impera la ley del “viejo oeste”, es decir que todos los que cuentan con algún familiar o amigo influyente son absueltos, como el caso del nieto del diputado local de la décima sexta legislatura, José de la Peña Ruiz de Chávez, quien después de causar daños cuantiosos al patrimonio municipal, fue dispensado como si se tratara de una travesura de niño, luego de que su abuelo intercedió por él, tras una llamada que “Pepe” le hizo, después de chocar su vehículo Seat Toledo blanco con placas de circulación URE-395-G, el cual conducía en deplorable estado de ebriedad, situación que fue evidenciada por los testigos de este accidente, y por los policías que se retiraron “con la cola entre las patas”, gracias a una llamada de su jefe, Cesar Augusto Escamilla Pacheco, quien les pidió hacer “mutis”, ya que el responsable de este hecho de tránsito tiene “vara alta”.
Fue así que este aparatoso accidente, que ocurrió la madruga del sábado 21 de agosto, sobre el bulevar Kukulcán de la Zona Hotelera de Cancún, paso sin “pena ni gloria”, después de que la autoridad pertinente se limitó a emitir una simple tarjeta informativa, en donde se le olvidó mencionar que “Pepe” de la Peña fue el responsable de este accidente, al manejar en completo estado de ebriedad, de lo cual su familia esta la tanto, por lo que su abuelo trató de ocultar este bochornoso hecho, que vuelve a poner en el ojo del huracán a José de la Peña Ruiz de Chávez, quien debería de ser juzgado y castigado por el delito de “Hechos de Corrupción”, capítulo IX- “Tráfico de Influencia”, cuya pena contempla de dos a seis años de prisión.