Lo que era una visita para conocer Tulum, uno de los destinos más populares de Quintana Roo se convirtió en una pesadilla para el argentino Jonatan Solaz, quien estuvo retenido casi un mes en la Estación Migratoria en Cancún.
Y es que el sudamericano fue retenido mientras recorría la Riviera Maya por una supuesta ilegalidad, por lo que fue trasladado en una van a la ciudad de Cancún y quedó a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM).
Solaz no imaginaba el calvario que le esperaba, pues tras ser ingresado, fue despojado de todas sus pertenencias y al igual que otros 70 extranjeros inició con su travesía dentro de la estación del INM, en donde aseguró que vivía en condiciones deplorables e insalubres.
“En mi caso yo presencié un operativo de Migración, no estaba trabajando, mi pasaporte no tenía ni un sello ilegal, fue el 23 de noviembre de 2021 cuando me detuvieron, lo primero que me impresionó fue en la forma en que el agente quería saber si yo disponía de dinero o no, bajo cualquier circunstancia quería saber si yo tenía dinero, como les dije que no, procedieron a trasladarme a Cancún”, aseguró en entrevista para Por Esto!
El argentino dijo que en todo momento le aplicaron una multa de mil 500 dólares para poder salir libre, además de que conoció a varios compatriotas que estaban en la misma situación que él, quienes inclusive tenían hasta tres meses encerrados sin poder hablar con nadie.
“Hasta el 10 de diciembre no tuve la posibilidad de saber mi estado legal, las condiciones ahí son paupérrimas, muchas personas estaban presas desde hace 30 días, lo que pasa haya adentro es una locura, había muchos argentinos que estaban en esa situación, la intención de Migración era cobrar mil 500 dólares para poder salir y ahí me empezaron a surgir un montón de preguntas, por qué la fianza era en dólares, por qué había tan poca comida, por qué las camas eran deplorables; conocí a muchas personas ahí adentro que estaban pasando lo mismo”, continuó.
Consulado enterado, pero sin respuesta
Aunque Jonatan Solaz se comunicó con el Consulado de Argentina para dar a conocer su situación, se le informó que estaban al tanto; sin embargo, no se le dio una respuesta, más que la de esperar a saber su situación legal y no interponer un amparo, ya que su estancia se podría alargar.
“Hablé con el Consulado, ellos me dijeron que durante 15 días hábiles yo tenía que permanecer encerrado, que no podía poner un amparo porque mi estancia se iba a alargar más, después no tuve más contacto con ellos, no me dieron ninguna respuesta”, señaló.
Finalmente, el sudamericano salió gracias a que pudo hablar con una amiga cercana, la cual lo puso en contacto con una abogada “influyente” en México; el afectado supone que las autoridades migratorias escuchaban las llamadas, por lo que al otro día lo dejaron en libertad con la condición de que se tenía que ir directo a su país de origen.
“Yo pude salir porque hablé con una amiga y ella me contactó con una abogada muy reconocida, estoy seguro que ellos escuchan las llamadas, por lo que le dije que si no me dejaban salir vinieran por mí, al otro día ellos me dijeron que me podía ir con la condición de que saliera del país”, finalizó.