En 2024 Quintana Roo cumplirá 50 años de su creación y la c, asociación civil dedicada al análisis, investigación, divulgación y docencia en torno a los retos económicos, políticos y sociales de México, presentó como llega el estado a su medio siglo de vida entre el crecimiento económico y delincuencial.
Fundación Colosio destaca que Quintana Roo ha tenido un crecimiento económico vigoroso gracias al turismo. De 2004 a 2019 el Producto Interno Bruto quintanarroense creció en promedio anual al 4.6%. Esto es más del doble que el crecimiento nacional promedio de 2.2% anual en el mismo periodo.
También explica que este crecimiento económico trajo consigo un crecimiento poblacional exponencial. De 2000 a 2020 el número de habitantes se duplicó, al pasar de casi 900 mil a 1.8 millones. Quintana Roo ha sido la entidad con mayor crecimiento poblacional del país en el siglo XXI. Esto ha generado retos muy importantes en materia social, educativa y ambiental.
Este diagnóstico explica con datos duros que Quintana Roo es la entidad en la que más creció la pobreza en los últimos años. De 2018 a 2020, el porcentaje de población en pobreza aumentó cerca de 17 puntos porcentuales hasta llegar a 47.5% de la población, por encima del promedio nacional de 43.9%, lo cual se traduce en 346,000 quintanarroenses en situación de pobreza. La pobreza extrema aumentó cerca de siete puntos porcentuales entre 2018 y 2020, hasta llegar a 10.6% de la población, por encima del promedio nacional de 8.5%. Tristemente, la promesa de “primero los pobres” no se ha materializado en nuestro estado.
Fundación Colosio destaca que al leer este diagnóstico se puede concluir que en la raíz de todos los males de Quintana Roo está la crisis estructural del sistema educativo. Si hablamos de desempleo, de inseguridad, de violencia, de desigualdad o de bajos salarios, en todos esos
A todos estos problemas se suma el más grave reto del estado: la inseguridad. En los últimos años, Quintana Roo se ha convertido en una plaza altamente disputada entre grupos del crimen organizado que pelean por controlar mercados de drogas, trata de personas, tráfico de migrantes y otros negocios ilícitos. El documento explica que, de 2016 a 2019, los delitos de extorsión, homicidio doloso, secuestro y narcomenudeo aumentaron exponencialmente (238%, 309%, 160% y 191% respectivamente). Pese a una ligera disminución en 2020 y 2021 por el cierre de actividades económicas derivado de la pandemia, en 2022 los delitos nuevamente comenzaron a ir en aumento. En 2021, Cancún fue la séptima ciudad del país con mayor percepción de inseguridad. La respuesta institucional no está a la altura del reto. Por ejemplo, mientras la ONU recomienda que, como mínimo, haya 1.8 policías por cada mil habitantes, Quintana Roo apenas alcanza una media de 0.91 policías por cada mil habitantes. La inseguridad ha impactado la imagen de nuestro estado, con consecuencias potenciales muy negativas para el turismo.
Después de la inseguridad, la corrupción es el segundo problema más importante para la gente de Quintana Roo de acuerdo con el INEGI, y este documento explica por qué. Según datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, casi 90% de la población percibió que los actos de corrupción en Quintana Roo son muy frecuentes o frecuentes, tres puntos porcentuales por encima de la media nacional. Además, 75% de los quintanarroenses piensa que hay corrupción en los gobiernos municipales y 73.6% en el gobierno estatal. Por lo tanto, la gran mayoría de los habitantes de Quintana Roo no confía en la honestidad de sus autoridades. Por si fuera poco, de acuerdo con World Justice Project (WJP), Quintana Roo se ubica entre los ocho estados más corruptos del país y la entidad es el último lugar nacional del Índice de Estado de Derecho en México 2020-2021.
La administración estatal 2022-2028 deberá poner en el centro de su política pública la atención a estos problemas mediante el fortalecimiento a la educación, la provisión de servicios públicos de calidad, finanzas públicas sanas y transparentes; atracción de inversión e impulso al desarrollo; combate a la corrupción y disminución de la desigualdad. Con ese espíritu constructivo, la Fundación Colosio del Partido Revolucionario Institucional de Quintana Roo pone a disposición de la sociedad este diagnóstico.
En años recientes, la inseguridad pública se ha convertido en uno de los principales problemas de Quintana Roo. Diversos grupos del crimen organizado se han asentado en el estado, lo que ha derivado en homicidios, enfrentamientos entre bandas y la multiplicación del cobro de derecho de piso. De 2016 a 2019, los delitos de extorsión, robo, homicidio doloso, secuestro y narcomenudeo presentaron tendencias al alza. La pandemia por Covid-19 ocasionó que estos delitos disminuyeran durante 2020 y 2021, gracias al confinamiento y al cierre de negocios. Con la reapertura de actividades económicas, las actividades delictivas comenzaron a ir nuevamente en aumento.
La estrategia del gobierno estatal para enfrentar la creciente inseguridad tiene tres pilares: el mando único policial, la fundación de una nueva policía estatal y la sectorización policial por cuadrante. Estas acciones han servido para disminuir algunos delitos, como los robos a negocios y a transportistas, pero han hecho poco para combatir el homicidio doloso, el secuestro, el narcomenudeo y el cobro de derecho de piso. Los ciudadanos se sienten cada vez más inseguros, al tiempo que las organizaciones delictivas continúan actuando impunemente.