El Poder Judicial de Quintana Roo escogió a uno de los bandos de una crisis familiar y apoyó al ex dirigente de la COPARMEX, Sergio León Cervantes quien en menos de 15 días obtuvo sentencia para quitarle a la colombiana Catalina Castro a sus dos hijos, el niño de 9 y la niña recién cumplió 4 años.
El Segundo Juzgado familiar oral, la jueza Citlali Marisol Padilla sin inmutarse y recibiendo órdenes y acuerdos del magistrado Gustavo del Rosal Ricalde y la magistrada Verónica Acacio, ordenó el 17 de Marzo que el padre se llevara a los hijos de la escuela y hasta la fecha la madre no sabe su paradero.
El 28 de Marzo cumplió la niña 4 años y no se le permitió a la madre verla. Ni a la escuela han llevado a estos pequeños. La madre, originaria de Pereyra, Colombia y con 11 años de residencia en Cancún ha interpuesto quejas en la embajada y su padre se ha acercado al presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez, por lo que se avecina un conflicto legal internacional con México.
El ex dirigente de la Coparmex es amigo de parrandas y francachelas de la magistrada Verónica Acacio. Hay múltiples fotos y videos de sus parrandas, donde incluso el ex magistrado Antonio León Ruiz (quizás con parentesco), festeja y goza con León Cervantes.
Catalina Castro denunció en Enero pasado a su entonces esposo Sergio León Cervantes y presentó fotografías de los golpes recibidos en la cara y una violencia en casa. Esto causó la caída del líder de Coparmex, amigo de la magistrada Verónica Acacio.
Por eso le dijo textual a su ex esposa luego de divorciarse y perder su carrera en la dirigencia empresarial: “Tengo a Veronica Acacio ella me va a ayudar, aquí el de las influencias soy yo”.
Hay miles de casos en los juzgados familiares. Pero aquí el Tribunal Superior de Justicia, el Poder Judicial que dirige el interino, Gustavo del Rosal Ricalde, alias El Fito, optaron por ponerse al servicio del amigo de la magistrada Verónica Acacio.
-¿Nos puedes apoyar magistrado del Rosal?, le preguntaron Catalina Castro y la guerrera Aracely Andrade, su abogada.
-Los jueces son autónomos y los magistrados también…
-Entonces, ¿para qué sirves? Le dijeron y quedó mudo.
Por Pedro Canché