CANCÚN, Q. ROO.- En un escenario económico nacional donde la tasa de inflación se mantiene en color rojo, con los niveles más altos reportados en los últimos 21 años, la entidad quintanarroense tiene uno de los índices de menor encarecimiento.
En el reporte ‘México, ¿Cómo vamos?’ la tasa anual promedio del país se fijó en 7.45 por ciento en marzo pasado, con un mayor aumento registrado en Campeche con 9.6 por ciento y el más bajo en la Ciudad de México con 6.5 por ciento.
Entre los estados con la menor inflación, además de la capital del país, están el Estado de México (6.7), Querétaro (6.7), Quintana Roo (6.8) y Sonora (6.9%).
La inflación es el incremento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios y se calcula con base en la canasta básica, de ahí la importancia de mantenerla controlada para proteger la capacidad de compra de las personas e incentivar la producción de bienes.
De acuerdo al análisis, la inflación anual mide el cambio del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) integrada por una canasta de 299 bienes y servicios genéricos entre una quincena y el mismo periodo del año anterior, cuyo indicador da seguimiento a los precios de bienes y servicios representativos de los consumidores.
En el Semáforo Económico estatal del mismo organismo, la entidad quintanarroense presentó cifras alentadoras en materia económica según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el reporte se menciona que el crecimiento económico fue de 25.2 por ciento al tercer trimestre del año pasado, lo cual superó la meta proyectada 4.5 por ciento, y en empleos formales acumulados generó 12 mil 837 puestos al cierre del primer trimestre del presente año rebasando la proyección de cinco mil 275.
La llamada pobreza laboral se redujo igualmente de 43 a 30.1 por ciento del cuarto trimestre de 2020 al mismo plazo de 2021, cuya meta es disminuir a la población que no puede adquirir una canasta alimentaria con su ingreso.
En materia de la informalidad laboral, la cifra se acortó de 47.1 a 44.7 por ciento de 2020 a 2021, y en desigualdad laboral (que se traduce en un mejor ingreso) bajó de 0.398 a 0.335 en el último año.
En el semáforo económico estatal, el reto de Quintana Roo tiene que ver ahora con elevar la productividad para crear más ingreso por cada hora trabajada (de 169 a 131 pesos en los últimos dos años) y reducir la deuda pública que creció de 1.1 a 7.8 por ciento respecto al Producto Interno Bruto.
Para comprender la tasa de inflación nacional, uno de los valores es la llamada ‘Inflación subyacente’ que se integra por bienes y servicios no volátiles, la cual registra la variabilidad de los precios de consumo a corto plazo.
La inflación no subyacente, en cambio, considera los bienes y servicios volátiles como los que son más consumidos en los hogares, como alimentos, combustible, frutas o electricidad
Entre los productos genéricos que han contribuido a una mayor escalada de encarecimiento, está la gasolina de bajo octanaje (a pesar de que fue menor en 5.47 por ciento respecto a febrero pasado), el gas LP que aumentó 7.48 anual y el crecimiento de la electricidad en 7.9 por ciento.
Otros productos que igualmente subieron de precio fueron el transporte aéreo (41.69 por ciento) y el huevo (6.09 por ciento), pero igualmente la tortilla de maíz, aguacate, cebolla y jitomate.
Los anteriores insumos son fundamentales para las fondas, restaurantes y taquerías mexicanas donde incluso se disparó el precio del taco, cuya inflación anual del ‘Índice del Taco con limón’ fluctuó en 63.54 por ciento, mientras que sin limón fue de 47.23 por ciento.
En la lista de los servicios y productos, por el contrario, tuvo deflación en el precio al consumidor en los paquetes de internet, telefonía y televisión de paga (-7.98 por ciento), la papa y otros tubérculos (-7.41), el limón (-4.37) y el chayote (-13.13).