El Pontífice realizó una dura crítica al sistema actual en un vídeo inédito que denuncia la hipocresía de quienes se sientan en la mesa de las decisiones, lanzan migajas a los excluidos, se enriquecen con la venta de armas, depredan los recursos naturales de países en vías de desarrollo y, luego, rechazan a los refugiados de las guerras que ellos mismos generan
El papa Francisco lanzó una fuerte critica al sistema socio-económico actual que domina el mundo y que hace “que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres”. Lo hizo a través de un video mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que se celebra próximo 29 de septiembre y que tiene por lema “No se trata solo de migrantes”.
“El mundo cada día es más elitista y más cruel con los excluidos”, denunció el pontífice en el video, que pone en imágenes parte del texto que el Vaticano ya había divulgado el 27 de mayo. Además, indicó, “los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados”.
“Las guerras afectan solo a algunas regiones del mundo; sin embargo, la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones, que luego no requieren hacerse cargo de los refugiados, no quieren, no lo aceptan”, denunció.
“Quienes padecen las consecuencias son siempre los pequeños, los pobres, los más vulnerables, a quienes se les impide sentarse a la mesa y se les deja solo las ‘migajas’ del banquete”, en la pieza de pocos minutos de duración, en sintonía con la Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro.
“El auténtico desarrollo es aquel que pretende incluir, es inclusivo, pretende incluir a todos los hombres y mujeres del mundo, promoviendo su crecimiento integral, y preocupándose también por las generaciones futuras”, formuló Francisco.
“El verdadero desarrollo es inclusivo y fecundo, lanzado hacia el futuro”, sostuvo el Papa. En el video, el Sucesor de Pedro reiteró una vez más sus críticas a los países productores de armas y explicó que “las guerras afectan sólo a algunas regiones del mundo”.
Cabe recordar que el próximo 8 de julio, el papa Francisco celebrará una Misa especial por los Migrantes en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El objetivo es conmemorar el sexto aniversario de la visita de Francisco a la isla italiana de Lampedusa, a donde suelen llegar migrantes desde el norte de África.
En la Eucaristía participarán alrededor de 250 personas entre migrantes, refugiados y voluntarios y trabajadores que se han comprometido para salvar las vidas de estas personas. El periódico La Stampa, informó este miércoles, sobre la posibilidad de que asista a dicha ceremonia reservada, Carola Rackete la capitana de la embarcación Sea Watch 3 que aceptó poner en riesgo su libertad y salvó al rededor de 50 migrantes náufragos rescatados hace dos semanas.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin había manifestado su apoyo a la vida en este acontecimiento el lunes pasado. Luego del arresto de la joven en el puerto de Lampedusa, un juez italiano falló a su favor y argumentó que solo “salvó vidas humanas”. El ministro del interno italiano, Mateo Salvini, ha atacado al juez y aseguró que Rackete deberá ser expulsada.
Asimismo, recientemente, el Papa ha manifestado su “inmenso dolor” por el trágico deceso de Óscar y Valeria Martínez, padre e hija, de 18 meses de edad, salvadoreños, que se ahogaron intentando atravesar el Río Grande en la frontera entre Estados Unidos y México.
La foto de sus cuerpos inermes se transfiguró en símbolo de la desesperación de la migración forzada en el abrazo de ese joven papá a su pequeña mientras yacían boca abajo y que sigue quemando las entrañas de quien reniega la indiferencia de la política y de las instituciones.
El papa Francisco adolorado por esa imagen y por muchas más que se repiten en la ruta del Mediterráneo en Europa, insiste: no podemos excluir a nadie. No más muertes que se pueden evitar, como lo había dicho en su histórico viaje a Lampedusa en 2013, y donde denunció la “globalización de la indiferencia”.