Una de las razones que explican la rentabilidad de Nemak es su bajo presupuesto para gastos generales y de administración, porque utiliza sólo 6 dólares por cada 100 vendidos en ese renglón.
En cierto modo, Armando Tamez, director general de Nemak, debe competir en dos frentes. Por un lado, el directivo de la fabricante de cabezas de motor y monoblocks de aluminio tiene que medirse con las autopartes entre las armadoras de vehículos; y, por el otro, con las otras cuatro subsidiarias de Alfa, conglomerado al que pertenece.
Durante la gestión de Tamez Martínez, la autopartista mexicana pasó de tener un rendimiento del capital de 4.9%, promedio de los seis años previos (2007-2012), a 8.4% en los seis años bajo su mando, un aumento de 3.5 puntos porcentuales, mientras que el promedio de los 10 gigantes registró un avance de apenas 0.4 puntos porcentuales, al pasar de 6.7% a 7.1% de tasa ROIC. Esto significa que, en relación con la tasa que tenía cada uno, Nemak tuvo un aumento de 76%, mientras los gigantes sólo de 6%.
Este análisis tiene que incorporar una característica particular. La autopartista mexicana funciona bajo una condición muy influyente en su gestión: es subsidiaria de Alfa, uno de los conglomerados industriales más poderosos de México, el cual posee cinco empresas de giros diferentes (Alpek, Sigma, Nemak, Axtel y Newpek); esto permite que los ciclos de mercado se compensen.
En el consejo de Alfa, sus accionistas se deben preguntar cuál de sus cinco empresas aporta más utilidades, y también cuál tiene mayor rentabilidad, y en cuál aumenta y en cuál disminuye esa rentabilidad.
Cuando Tamez asumió el cargo, la rentabilidad de la autopartista era la más baja entre las tres hermanas mayores del conglomerado: en el promedio del trienio 2010-2012, en Alpek la ROIC fue de 12.8%; en Sigma, de 11%; mientras, en Nemak, de la mitad, 5.5%; estas empresas aportan 96% de los ingresos de Alfa.
La rentabilidad de Alfa disminuyó de 8.9% en el promedio 2010-2012, a 6.2% en 2016-2018, una caída de 2.7 puntos porcentuales. Eso se debió a la baja en las otras dos mayores subsidiarias: Alpek, que cayó 4.3 puntos porcentuales, y Sigma, cuya caída fue de 2.7 puntos.
Nemak fue la subsidiaria que sacó la cara por el grupo e impidió que la disminución de la rentabilidad de Alfa fuese mayor, porque la suya aumentó en 2.5 puntos porcentuales entre esos periodos, cuya comparación abarca los últimos seis años, justo los que Tamez Martínez lleva al frente de la compañía de autopartes. La ROIC de Alpek hoy es de 8.5%; la de Sigma, de 8.3%; y, la de Nemak, de 8.0% (2016-2018).