Mientras la presidenta municipal Atenea Gómez Ricalde se enfoca en anunciar con bombo y platillo la celebración del carnaval en la zona continental de Isla Mujeres, la realidad para los habitantes del municipio es muy distinta. Las calles están en condiciones deplorables, el alumbrado público es inexistente y la seguridad brilla por su ausencia, con un problema particularmente grave: la caseta de policía en la entrada de la isla está prácticamente abandonada, dejando a la población a merced de la delincuencia.

Falta de Seguridad: La Verdadera Emergencia en Isla Mujeres

Uno de los puntos más críticos es la caseta de policía ubicada en la entrada del municipio, la cual debería funcionar como un filtro de seguridad para proteger a los ciudadanos. Sin embargo, esta instalación se encuentra prácticamente abandonada, sin la presencia de policías ni vigilancia constante. Como resultado, este punto se ha convertido en una zona de alto riesgo donde los robos y asaltos han ido en aumento ante la total indiferencia de las autoridades.

Los “Isleños” han denunciado en repetidas ocasiones la falta de seguridad en este punto estratégico, pero el gobierno municipal parece estar más preocupado por organizar fiestas que por garantizar la integridad de los isleños. La ausencia de policías en esta caseta deja a la comunidad en un estado de vulnerabilidad extrema, mientras los delincuentes actúan con total impunidad.

Infraestructura en Ruinas y Prioridades Equivocadas

Además del grave problema de seguridad, el primer cuadro de la ciudad está en condiciones deplorables. El alumbrado público es deficiente, las calles están llenas de baches y los recursos que supuestamente se han destinado para mejoras municipales simplemente no se reflejan en la infraestructura. Mientras tanto, la administración de Gómez Ricalde sigue sin rendir cuentas claras sobre el destino de estos fondos.

Recientemente, el departamento de Comunicación Social ni siquiera informó oportunamente sobre las fechas del carnaval, lo que refleja el desorden y la falta de planeación dentro del gobierno municipal. Mientras los habitantes exigen seguridad y mejores servicios, la alcaldesa prefiere gastar recursos en celebraciones en lugar de atender las verdaderas necesidades del municipio.

La pregunta sigue en el aire: ¿Por qué Atenea Gómez Ricalde prioriza la organización de un carnaval mientras la seguridad y los servicios básicos están en crisis? ¿Dónde están los recursos que deberían destinarse a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos?

La falta de transparencia y el abandono de la seguridad pública demuestran que la administración actual está más preocupada por la imagen política que por el bienestar de los isleños. Mientras la fiesta se organiza con recursos del municipio, la inseguridad y el deterioro de la infraestructura siguen creciendo. Y los ciudadanos, una vez más, son los que pagan el precio de un gobierno que ha decidido darle la espalda a sus verdaderas necesidades.