El abuso de poder y la falta de empatía de los líderes sindicales en el gremio del mototaxi están generando indignación. Mientras las cuotas aumentan desmedidamente, los beneficios para los trabajadores brillan por su ausencia.

Socios y operadores del Sindicato 80 de la COR están al borde del estallido por el desmesurado incremento en las cuotas sindicales. En una reunión privada, el secretario general NOÉ GALLEGOS BAUTISTA, junto con su “mano derecha”, BEATRIZ COLLI, pusieron sobre la mesa un nuevo golpe al bolsillo de los agremiados: elevar las liquidaciones diarias a cambio de también incrementar las cuotas sindicales.

Las reuniones se han realizado en horarios distintos para dividir a los afiliados en pequeños grupos de 30 personas, evitando así que todos los inconformes se enfrenten en un solo evento y se desate una revuelta que podría poner en jaque la dirigencia sindical.

Actualmente, los operadores entregan diariamente $400 a los dueños de las unidades, pero con este nuevo plan, la cantidad podría aumentar a $500. Por su parte, los socios (dueños de los mototaxis) pagan $700 mensuales al sindicato, pero también se les pretende exprimir con un alza a $800.

No conformes con eso, también se plantea aumentar las cuotas sindicales de los operadores de $600 a $700. Un golpe letal para quienes, día a día, arriesgan la vida en las calles para poder llevar el pan a sus casas. Con más de 500 unidades afiliadas al sindicato, los ingresos de esta organización son millonarios, pero… **¿Dónde está ese dinero?**

Por si fuera poco, también se analiza incrementar las tarifas de altas y fianzas para los nuevos ingresos, lo que ha levantado sospechas sobre el destino de estos fondos.

Si hay tanto dinero circulando en el sindicato, ¿por qué no se invierte en la capacitación de los operadores? Es común ver mototaxis involucrados en accidentes vehiculares y hasta en hechos delictivos de alto impacto. Sin embargo, en lugar de mejorar las condiciones del gremio, la dirigencia sindical parece más interesada en inflar sus bolsillos.

Los operadores y socios están cansados de que solo se les exija pagar sin recibir nada a cambio. ¿Cuándo se verá un verdadero beneficio para los trabajadores?

Para agravar la situación, la sombra de la corrupción y el crimen organizado se cierne sobre el Sindicato 80. Hace apenas un mes, se activó el código rojo en la región 251 del fraccionamiento Paseo del Mar, donde dos operadores fueron detenidos tras presuntamente disparar contra un domicilio en la región 259.

Cuando reporteros de la fuente policiaca llegaron al lugar, el coordinador del sindicato explotó de furia, tachándolos de “amarillistas” y tratando de silenciar la información. ¿A qué le temen? ¿Por qué quieren ocultar la verdad?

Mientras los líderes sindicales disfrutan de sus privilegios, los operadores y socios siguen siendo explotados y desprotegidos. ¿Hasta cuándo aguantarán los trabajadores este saqueo descarado?