Un poco inusual, la mañana de este martes el ayuntamiento solicitó apoyo al Ejército Mexicano de elementos antimotines, que junto con policías preventivos se instalaron afuera de las instalaciones del municipio, ante la llegada de más de 100 vendedores de artesanías de la zona hotelera, que exigen que los dejen trabajar.

Nadie se dio cuenta de la llegada de los manifestantes, fueron ingresando al interior del Palacio Municipal muy discretamente, hasta que se juntaron unos 100 y empezaron a sacar cartulinas.

Los inconformes piden a las autoridades municipales que respeten sus derechos como trabajadores ambulantes.

Lo único que hacen es vender sus productos para llevar algo de dinero a sus familias, no están robando, ni cometiendo algún delito.

Uno de los vendedores dijo que el dinero que ellos ganan se queda en la ciudad y no como los grandes corporativos el dinero que ganan lo invierten en el extranjero.

Están dispuestos a pagar impuestos con tal que los dejen trabajar tranquilamente y no estén en la incertidumbre de que van a hacer detenidos.

Mientras los vendedores se apostaban afuera de las oficina de Ana Paty Peralta, en la explanada de la Reforma, los grupos antimotines de Seguridad Pública y Ejército Mexicano se preparaban con escudos para cualquier eventualidad.

Mientras tanto las autoridades municipales están en diálogo con una comitiva de este grupo de vendedores ambulantes para llegar a un acuerdo.