Este jueves, las autoridades del Condado de Webb, Texas, confirmaron la extradición de Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”, y su hermano Óscar Omar Treviño Morales, conocido como “Z-42”, presuntos líderes del cártel de Los Zetas, desde México a Estados Unidos. Ambos enfrentan cargos relacionados con tráfico de drogas, crimen organizado y uso de armas de fuego en territorio estadounidense. 
La Oficina del Sheriff del Condado de Webb emitió un comunicado advirtiendo a la población sobre posibles represalias violentas por parte del cártel en áreas como Nuevo Laredo y otras regiones de Tamaulipas. Históricamente, Los Zetas han reaccionado con extrema violencia ante acciones gubernamentales, lo que incrementa el riesgo para los residentes locales. 
Esta extradición se produce en un contexto político significativo para el presidente Donald Trump, quien ha centrado gran parte de su agenda en combatir el crimen organizado y el narcotráfico. La entrega de los hermanos Treviño Morales podría ser vista como un respaldo a su enfoque de mano dura contra los cárteles, especialmente en momentos en que su administración ha intensificado la presión sobre México para abordar estos temas. 
Sin embargo, la defensa de Miguel Ángel Treviño Morales ha cuestionado la legalidad de la extradición. Juan Manuel Delgado, abogado del “Z-40”, afirmó que el proceso de extradición aún se encontraba en revisión judicial y que no existía una orden formal para su traslado. Delgado calificó el movimiento como un “destierro” o “expulsión” ilegal, argumentando que se han presentado amparos que deberían impedir dicha acción. 
La extradición de los líderes de Los Zetas también coincide con negociaciones comerciales entre México y Estados Unidos, en las cuales la administración Trump ha amenazado con imponer aranceles si México no intensifica sus esfuerzos para frenar el tráfico de drogas y la migración irregular. Este movimiento podría interpretarse como un gesto de cooperación por parte del gobierno mexicano en respuesta a dichas presiones. 
Los Zetas, conocidos por su extrema violencia, surgieron a finales de los años 90 como el brazo armado del Cártel del Golfo antes de separarse y establecerse como una organización independiente. Bajo el liderazgo de los hermanos Treviño Morales, el cártel expandió sus operaciones a diversas actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de drogas, secuestros y extorsiones, consolidándose como una de las organizaciones criminales más temidas en México.

