Fuentes confiables han confirmado que las denuncias contra Jorge Filiberto Rivero Pech, director de los Juzgados Cívicos de Cancún desde octubre de 2024, son verídicas y han sido formalmente expuestas en un escrito enviado al Ayuntamiento Municipal. Dicho documento ha sido dirigido a Pablo Gutiérrez, quien a su vez lo ha presentado al secretario del municipio para su debida revisión.
Nuestro medio, comprometido con la verdad y la transparencia, sustenta esta información con fuentes verificadas y evidencia concreta. De manera profesional y ética, confirmamos que las quejas contra Rivero Pech no solo son numerosas, sino que reflejan un patrón de abuso de poder y falta de transparencia en su gestión.
Desde su llegada al cargo, funcionarios, empleados y ciudadanos han denunciado su actitud prepotente e intransigente, comportándose más como un cacique que como un servidor público. Su ascenso en la estructura de Morena no fue fruto del mérito, sino de maniobras políticas y presiones internas. Antes de obtener su actual puesto, ya acumulaba antecedentes cuestionables en la Dirección de Desarrollo Social, donde manejó temas de electricidad en colonias irregulares y estuvo envuelto en la desaparición de recursos recaudados por comités vecinales sin rendir cuentas al respecto.
A pesar de la resistencia interna en Morena por su historial, Rivero Pech se impuso gracias a la creación del grupo Morena 27, un bloque con el que negoció posiciones hasta lograr un lugar en el gobierno municipal. Incluso tuvo que recurrir a amparos para forzar su afiliación al partido y, tras meses de insistencia, consiguió la dirección de los Juzgados Cívicos.
Desde entonces, las denuncias en su contra han ido en aumento. Trabajadores municipales lo acusan de trato prepotente e irrespetuoso, al grado de que un sindicato se ha negado a dialogar con él por su falta de disposición para negociar de manera justa. Ciudadanos que han tenido que acudir a los Juzgados Cívicos también han manifestado su descontento por su conducta déspota y la insensibilidad con la que maneja los casos.
La evidencia es clara: Filiberto Rivero Pech ha convertido su puesto en un feudo personal, donde imperan el abuso de poder y la opacidad. Nuestro medio continuará informando con profesionalismo y rigor periodístico sobre este caso, siempre con base en hechos verificados y fuentes confiables.
