Contar con notas soberanas asignadas por distintas agencias abona a la transparencia y la confianza de los inversionistas internacionales, afirma Fernando Montes de Oca, director general de HR Ratings.
Para poder ser un emisor de bonos en los mercados internacionales, el gobierno de requiere contar con dos calificaciones soberanas. No obstante, México cuenta con al menos cinco notas soberanas asignadas por las calificadoras DBRS, Fitch Ratings, HR Ratings, JCR (Japan Credit Ratings), Moody’s y Standard and Poor’s (S&P).
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo durante su conferencia matutina del jueves que existe contrato con tres calificadoras de crédito, aunque podría ahorrarse lo que se gasta en una ya que se deben contratar al menos dos.
No lo hacemos ni lo vamos a hacer porque no queremos que se piense que estamos castigando o tomando represalias en contra de calificadoras, sería un mal mensaje para los mercados financieros”.
En agosto, el mandatario señaló que el gobierno desembolsaba entre 250 y 300 millones de dólares al año para el pago por la nota solicitada.
“Nosotros estamos pagando de 250 a 300 millones de dólares al año a tres calificadoras. Podríamos tener dos, que es lo que se pide en el mundo de las finanzas, no tres, sin embargo, decidimos mantener las tres y se paga un servicio”, dijo.
Pero, ¿qué implica pagar por una calificación? Fernando Montes de Oca, director general de HR Ratings explica que las calificaciones soberanas se formulan con estándares internacionales y se basan en información histórica y comunicación con los gobiernos y empresas evaluadas.
“Existen calificaciones solicitadas y no solicitadas, las no solicitadas se generan como un referente para el análisis integral de los corporativos”.
En el caso de HR Ratings, la calificación soberana de México (A- , con perspectiva negativa) es una nota no solicitada y aunque las calificaciones no solicitadas no requieren un pago por parte del emisor para las calificadoras, Montes de Oca afirma que se trata de un análisis con una metodología igualmente válida y realizado bajo los parámetros de los reguladores locales.
Esto quiere decir que, en teoría, lo que señaló el presidente sobre ‘ahorrarse’ una calificación es algo que el gobierno puede hacer, sin embargo, Montes de Oca explica que no es algo recomendable, pues contar con diferentes notas soberanas abona a la confianza.
“Al ser una de las economías más grandes del mundo y tener un alto grado de liquidez en pesos mexicanos, es positivo que el país cuente con distintas calificaciones, pues tiene empresas globales y la deuda tiene una estrategia de diversificación que incluso contempla yenes”, afirma.
Actualmente la nota de HR Ratings para México se encuentra en revisión con perspectiva negativa, el mismo caso de Moody’s (A3) y S&P (BBB+). Para HR Ratings, el crecimiento económico es uno de los factores cruciales para determinar si habrá una baja, pues será importante que se mantenga una relación sana de deuda con respecto al PIB.
HR prevé que sea a finales de año cuando concluya el análisis de calificación en el que la nota sufriría una baja o cambiaría su panorama a estable desde negativo.