Por El Bicho Politikón
La semana pasada resultó muy difícil para el gobierno federal… desde la nebulosa aclaración de lo sucedido en Culiacán hasta la Ley Bonilla que “es inconstitucional pero legal” según dijo la secretaria de Gobernación.
Pues en esas estábamos cuando Andrés tuiteó que “¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones!
Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y respaldara” y continuó “Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado” y remató “Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren.
Por cierto, les recomiendo leer la fábula de Esopo «Las ranas pidiendo rey»”.
Que “oportunos” mensajes para distraer… lo que ya no resulta sorprendente es ver al ‘ejército’ de no robots que inmediatamente se sumaron a la nueva ocurrencia de López, porque seamos serios, si existiera una intención de un golpe de estado no lo estaría denunciando por Twitter (eso creo)… un presidente más creativo se inventó al “chupacabras”.
Lo de las pifias gubernamentales, nada, que todo es culpa de los gobiernos neoliberales; que las contradicciones, nada; todo es un invento de los reporteros; el crecimiento del 0%, nada, vamos muy bien; la inseguridad, nada, es parte de la estrategia.
Cuestionar al presidente… eso sí es parte de un golpe de estado.
Claro, hoy salió en su mañanera diciendo que los “conservadores están desquiciados. Desesperados. No tienen argumentos, insultan, utilizan bots, robots, cosa que es inmoral”… vaya, vaya, para alguien que ha usado sus mañaneras para insultar y mentir todos los días parece más una descripción de sí mismo.
Pues eso.