Históricamente, la península del Yucatán y de la Riviera Maya han tenido un diamante en bruto que han ido puliendo y que se llamaba Cancún.
La ciudad mexicana está considerada de interés turístico internacional y es uno de los principales destinos en los que piensan los veraneantes a la hora de planificar sus vacaciones. Sobre todo los llegados desde territorio extranjero.
Y es que no solamente cuenta con destinos de playa, sino que su tradición cultural es amplia y atrae a todo tipo de viajeros. Sin embargo, en los últimos años ha sufrido un descenso importante y las autoridades quieren recuperar su esencia y ponerle solución al problema.
Cancún es un lugar emblemático en el que disfrutar de un baño en sus claras y cristalinas aguas. Las playas son tranquilas y paradisíacas, casi como las que se pueden imaginar en un spot televisivo. Playa Tortugas es una de las más conocidas, junto a Playa Delfines en la que se puede tener contacto con dichos animales.
Cualquier plan es bueno si se realiza en una hamaca mientras se disfruta de las agradables temperaturas de la provincia. Como colofón, Isla Mujeres comprende una selección de costas vírgenes aun más perfectas que las que ya se han mencionado.
Y por supuesto la playa trae consigo una amplia oferta de ocio y gastronomía al servicio del visitante. Los restaurantes se intercalan con servicios hoteleros de lujo al borde del mar para que el turista tenga que moverse lo menos posible del lugar. Probar la comida típica mexicana también es una opción en los principales casinos de la región, en los que poder tomar algo de riesgo durante la visita.
Estos complejos están bien equipados para que todas las disciplinas estén cubiertas y los huéspedes no tengan queja alguna. Los resorts tiene buena fama y buenas reviews de los que se alojan en ellos.
En el apartado de juegos no se pueden olvidar los deportes acuáticos. El surf es una de las modalidades más demandadas, llegando a celebrarse competiciones oficiales en las playas de Cancún. Puerto Morelos es una magnífica opción para tomar alguna ola y de paso disfrutar de un pueblo de pescadores con mucha historia.
En su mercado se pueden conseguir piedras preciosas encontradas en el mar y que se han convertido en joyas hechas a mano por los artesanos locales. De esa manera podrás llevarte tu amuleto de recuerdo y utilizarlo para no perderte en las aguas.
Y en un entorno natural tan bueno como el de Cancún no puede faltar el buceo. La práctica del snorkel está muy extendida en este territorio y gracias a él se puede descubrir todo lo que habita en el fondo del mar. La flora y fauna marinas son muy extensas y dieron para la creación de un parque de atracciones llamado Xcaret.
Una de las atracciones estrella es la posibilidad de caminar bajo el agua sin necesidad de tener grandes conocimientos y guiados en todo momento por profesionales del sector.
El agua siempre protagonista, también en el MUSA. Este museo bajo el agua contiene casi medio millar de estatuas de diferentes figuras y formas. Esta es la fórmula para proteger los arrecifes de coral de sus mares.
Algo más que agua salada
Aunque sea más solicitado, el mar no es la única opción para pasar unas divertidas vacaciones en Cancún. La cultura de la antigüedad se manifiesta de diversas formas en terreno firme y eso es gracias a los mayas. Varios son los restos que se conservan en Yucatán de esta civilización y que se han acondicionado para que se puedan visitar sin problema.
La ciudad de Chichen Itzá es uno de los sitios arqueológicos más importantes de la península. El enclave está declarado Patrimonio de la Humanidad y no es para menos observando el Templo de Kukulkán, una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
Este templo en forma de pirámide es la pieza fundamental de un conjunto arquitectónico que ha ido cambiando con el paso de los pueblos por ellas. Se puede pasear por los alrededores y fotografiarse en unas ruinas que los mayas levantaron hace más de un millar de años.
No se queda atrás en valor cultural el asentamiento de Tulum. Son las ruinas de una antigua ciudad que se construyó en torno a un acantilado. La intención es que fuera un lugar de culto a los dioses y es por ello que sus vistas nos conducen al mar de color turquesa y a la fina arena de la playa en la que se encuentra.
A día de hoy se conserva casi intacta y los turistas no dudan en acudir a ver las edificaciones de los antepasados mexicanos.
Y otra opción son los cenotes. Estos son accidentes geográficos llamados dolinas que se inundan y forman estos fenómenos en torno a grutas, que pueden estar parcialmente abiertas o en excavaciones subterráneas. Con la ayuda de un guía se puede navegar por los alrededores de estas maravillas e incluso bañarse en sus aguas siempre que esté autorizado.
Y para las noches qué mejor que acudir a Coco Bongo. Esta discoteca no es un pub cualquiera. Los espectáculos de acróbatas como si te encontraras en un circo están asegurados y el ambiente es muy animado para poder disfrutar de la fiesta.
Muchas son las opciones, pero también los inconvenientes que se ciernen sobre Cancún en los últimos años. El turismo desciende y se debe sobre todo a la poca seguridad que se ofrece en la zona.
La Secretaría de Turismo de México busca una solución para Yucatán y destaca que no se puede permitir que la ciudad avance hacia esa dirección. Aunque para público de importancia como el estadounidense aun sigue siendo un destino de preferencia. Los cambios están por llegar y se esperan con ganas. (I.S.)