Por El Bicho Politikón
Según la ONU “…por violencia contra la mujer se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Según el INEGI, 66 de cada 100 mujeres de 15 años y más han experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo, ya sea emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, misma que ha sido ejercida por diferentes agresores, sea la pareja o exparejas, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien, por amistades o personas conocidas o extrañas.
La violencia de género se ha recrudecido en los últimos años en todo el mundo y México no es la excepción. Pareciera que a mayor grado de concientización y de esparcimiento de las ideas de igualdad, mayor ha sido también la reacción violenta contraria que ha sumido a las mujeres en una situación de vulnerabilidad en muchos de los estados de la República.
Esta violencia se deriva directamente de un sistema patriarcal en el que perviven relaciones de poder desiguales en las que las mujeres han sido el grupo dominado y los varones son quienes ostentan el poder, en este sistema se discrimina y cosifica a las mujeres a tal grado que se les violenta, e incluso se les mata por el sólo hecho de ser mujeres.
A las mujeres se les mata en la casa, en el trabajo, en la calle, en el transporte, en la escuela… por eso salieron a la calle, protestaron, algunos infiltrados (nunca faltan) hicieron destrozos… las buenas consciencias pusieron el grito en el cielo, incluso Andrés minimizó lo central de la protesta que es el hecho de que las mujeres son violentadas, muertas por el sólo hecho de ser mujeres.
Es hora de que se cambie el modelo estructural de la violencia de género, no queremos un Estado omiso que haga como que atiende el problema y le da más importancia a las bebidas tradicionales que a la vida de una mujer.
¡Ni una más! ¡Ya basta! ¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!
En los primeros seis meses del año casi 400 mujeres fueron asesinadas, 50 violaciones diarias y todavía hay gente que piensa que unos vidrios rotos son más importantes…
Pues eso.
