En medio de un secuestro en proceso, fueron detenidos cuatro peligrosos sujetos, integrantes de una célula del crimen organizado.
En medio de un secuestro en proceso, fueron detenidos cuatro peligrosos sujetos, integrantes de una célula del crimen organizado, cuando llevaban al padre de un policía estatal privado de su libertad, a bordo de un vehículo.
La unidad fue alcanzada por patrullas de la Policía Quintana Roo Benito Juárez, a la altura de la colonia Cuna Maya después de una persecución, logrando detenerlos y rescatar a la víctima; quien fue trasladada después a un hospital.
Al momento de la detención, los elementos policiales aseguraron tres fusiles AR-15 y un subfusil P-90.
Además de las armas, los detenidos llevaban placas de la Fiscalía General del Estado (FGE), pasamontañas y ropa táctica, pues se identificaban como elementos de la Policía Ministerial
Los cuatro permanecen a disposición de la Fiscalía Antisecuestros, y será el día de hoy cuando se defina su situación jurídica.
Alrededor de 100 mil pesos en efectivo y un vehículo, lograron llevarse tres sujetos encapuchados y armados, que irrumpieron en un expendio de carnes ubicado en la región 234.
Los asaltantes amedrentaron al encargado del local, tomándole fotografías, y amenazándolo con no contar lo sucedido o de lo contrario volverían por él, por lo que no quiso proporcionar mayores detalles de lo ocurrido a las autoridades.
Después de que corrieran a un cliente impertinente, el propietario, el encargado y un mesero de un bar ubicado en la región 218, resultaron lesionados a machetazos durante la madrugada de ayer, cuando el cliente que había sido corrido regresó con otros sujetos para arremeter contra ellos; armados con machetes y una pistola, lo que provocó que otros clientes que se encontraban ahí salieran despavoridos.
Los lesionados fueron trasladados a diferentes hospitales, mientras que los agresores lograron escapar.
Elementos de la Policía Federal aseguraron en una empresa de paquetería ubicada en la avenida José López Portillo, 65 cajas de madera de diferentes tamaños, que contenían en total 489 puros apócrifos.
Los puros llegaron provenientes de San Andrés Tuxtla, Veracruz y tenían como destino final la ciudad de Cancún, por lo que al carecer de documentos que acreditaran su legal procedencia; fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado.