Por El Bicho Politikón
El presidente ha reiterado el llamado a las mamás de los delincuentes para que éstas los metan en cintura, pero, a juzgar por las cifras que van en aumento, o los malandros no hacen caso a sus madres o de plano no tienen.
Ya el otro día les recetó un güacala, fuchi… me imagino que los integrantes de las poderosas bandas criminales temblaron de miedo cuando escucharon a don Andrés mandarlos al carajo.
En la vida pública no hay vacíos, el espacio que está dejando el gobierno lo están llenando los malandros, la estúpida orden de no usar la fuerza legítima del Estado para poner orden nos lleva al caos… todo mundo puede hacer lo que le plazca en materia delictiva, tienen la seguridad de que van a salirse con la suya, “también son pueblo”, dice López.
Cabe señalar que el ejército se ha convertido en el blanco de las agresiones de los delincuentes, once en total en nueve meses… ¿estará esperando a que los linchen para abrir los ojos?
En materia de seguridad no hay rumbo, todos los análisis, estudios, evaluaciones que tuvieran se han quedado cortos y no se ve que modifiquen, refuercen, apliquen otra cosa, lo evidente del fracaso es tal que los tienen pasmados… éste tema será el Talón de Aquiles del gobierno de López, porque a lo mejor el cinturón lo podemos apretar, pero que te maten o desaparezcan a un ser querido nadie lo perdona.
Y si, los muertos de López se empiezan a apilar en las morgues.
Pero como el pueblo es feliz, un chiste que circula en la red y que retrata puntual la seguridad:
Un delincuente se sube al autobús y grita:
-Eso es un asalto.
Una tímida voz suena entre los pasajeros.
-Pero, piense en su mamacita.
El ladrón recompone su estrategia y grita:
-Tiene razón, suelten también aretes, pulseras y collares…
Pues eso.