Cancún QRoo._ Junio 2019. Cuando se habla de corrupción, generalmente pensamos en acciones gubernamentales, políticos, policías y si, podemos encontrar una práctica ‘cultural’ en esos sectores del Estado mexicano, pero una de las causas de mayor impunidad es en el aparato judicial.
De hecho, la última reforma en el sistema penal le ha dado a los jueces mayores herramientas para engordar sus cuentas bancarias a cambio de liberar delincuentes.
Es una realidad que se utilizan las fallas al ‘debido proceso’ como escusa legaloide para dejar en libertad a presuntos delincuentes.
Hemos sido testigos de casos en que a juzgadores de ciudades pequeñas les han encontrado fortunas que no se corresponden con sus ingresos, incluso a un miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ministro García Luna, se le vincula con cuentas millonarias en Gran Bretaña y los Estados Unidos, dinero que ha acumulado durante las fechas en que asumió como juez.
Si bien es cierto que el presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, ha dicho que habrá cero tolerancia a la corrupción, también es verdad que los resultados son cosméticos, una verdadera investigación pondría tras las rejas a muchos de los jueces, y no se ocuparía gran cosa, sólo seguir el rastro del dinero.
No nos engañemos, la justicia en éste país es para los ricos, los que no tienen para pagar por su libertad están purgando condenas. No es raro escuchar la vox populi decir que los culpables están en libertad y las cárceles están llenas de inocentes.
Una puerta giratoria, en eso se ha convertido el sistema de justicia en nuestro país.
CGNoticias // Mario Apolonio Castillo Morales.