La “miopía” de la actual administración encabezada por Carlos Joaquín, quedó evidenciada por su propio vocero, “El Chilango” Carlos Orvañanos Rea.
Después de todo Alberto Capella no es una blanca paloma como pregonaba el gobierno de Carlos Joaquín.
A más de un mes de que la policía municipal de Cancún disolvió, “a punta de pistola” y con balzos, una manifestación de grupos feministas que se llevó acabo sobre la explana de la plaza de la reforma, pues según trascendió la actual alcaldesa, Elena Hermelinda Lezama Espinoza, mejor conocida como Mara Lezama, dio la orden de abrir fuego, ya que su actual esposo, Omar Terrazas se encontraba en el interior del Ayuntamiento, lo que le puso los nervios de punta, al ver que su “Adonis” podía estar en peligro, es la fecha que ninguna autoridad, de los tres niveles de gobierno, ha dado la cara para dar un informe en cuanto al avance sobre dicha investigación.
Cabe recordar que “El Chilango” Orvañanos tuvo que salir al quite, después de que su patrón, Carlos Joaquín, furibundo corrió casi a patadas al que fuera Secretario de Seguridad Publica, Alberto Capella, quien trató de “hacer mutis” de la mejor manera, por lo que el declaró que no lo despidieron, sino que él renunció.
Fue en esa misma conferencia de prensa, donde Orvañanos aseguró que Alberto Capella, no iba regresar a su antiguo puesto, que el “Chilango” informó que este funcionario, el cual antes era alabado por la actual administración de Carlos Joaquín, por el supuesto avance en cuanto a seguridad pública se refiere, que ahora es investigado por la Fiscalía General del Estado, tras las agresiones por parte de policías municipales durante una protesta que se llevó a cabo en Cancún, tras la desaparición y posterior asesinato de la joven Bianca Alejandrina “Alexis”.
Lamentablemente es la fecha que el “Chilango”, con su clásica sonrisa de oreja a oreja, no ha salido a dar ningún breve informe en cuanto a los avances sobre dicha investigación, luego de que dos periodistas resultaron heridos, pues en su momento tomó como escusa el protocolo de privacidad, para que las indagatorias no fueran entorpecidas.