Cancún, 22 Junio.- El cocodrilo es el depredador número uno en lugares húmedos y llenos de selva tropical o subtropical, como la laguna Nichupté, en Cancún, pero “no son come hombres, no atacan a los seres humanos ni formamos parte de su dieta”, aseguró el especialista en cocodrilos, Javier Carballar.
Ello, dijo, demuestra que en el ataque al niño del Club Med Hotel “hemos fallado como sociedad en establecer un programa profesional permanente en el sistema lagunar Nichupté, que es la joya turística del país, Cancún ya tiene 51 años y seguimos sin poder tener algo que sea un ejemplo nacional”.
A través de Radio Fórmula el especialista hizo nuevamente un llamado a las autoridades y al mundo empresarial para lograr finalmente tener ese programa.
“Finalmente el niño (del Club Med) no se ahogó, pero estuvo cerca, fue atacado y lastimado; siempre he dicho que hasta que no muera un niño estadounidense no vamos a tener un programa permanente, ojalá nunca suceda pero no hay que esperar a eso para tener un programa digno”, reiteró.
El huésped estadounidense de 12 años del Club Med, permanece a salvo y no perdió ninguna de sus extremidades, y pese a que había letreros de advertencia sobre la presencia de cocodrilos en la zona donde jugaba, y que incluso había una pequeña valla de madera, la atravesó indebidamente y fue atacado.
“Se sabía de la presencia del cocodrilo, incluso tiene nombre. Los hoteles, en la medida de sus posibilidades y conocimientos han hecho advertencias y las autoridades también han puesto letreros, pero no basta”, dijo el experto.
Un programa permanente para prevenir, contener, atender y tener zonas exclusivas de cocodrilos y de seres humanos sería muy útil para evitar este tipo de situaciones, que no son comunes, ya que cada vez hay menos población de cocodrilos contrario a lo que la gente piensa, pues cada día hayan más cocodrilos adultos muertos y los pocos que quedan se concentran en las zonas donde hay alimento, además de que “los saurios le temen a los humanos”.
“En Sian Kaan vas a la bahía del Espíritu Santo y avientas un pollo y no se acerca ninguno, se alejan, aquí es al revés, hay desde marinas que avientan pescados al agua hasta restaurantes que alimentan a los cocodrilos como atractivo, es inaudito que haya lugares donde todavía los alimentan, los acercan a los humanos”, reprobó.
Recordó que en 2012 hubo una serie de encuentros entre humanos y cocodrilos, los saurios incluso comieron a varios perros y entonces la Zofemat destinó recursos para un programa, pero no fue un apoyo permanente.
“Estamos en temporada de anidación, pedimos entrar y conocer la situación en el sitio de la laguna, falta identificar (por el ataque en el Club Med) si hay una hembra que tiene su nido y está protegiendo a sus crías, falta conocimiento técnico y científico de la situación”, apremió.
Recordó que desde 2002 han trabajado parcialmente con la población de cocodrilos en la laguna con ayuda de Ong’s y el centro de conservación CrocoCún, buscando recursos para tratar de aterrizar y desarrollar un programa.