a semana pasada, Neuralink, la compañía financiada por el multimillonario Elon Musk, presentó un nuevo diseño para una interfaz cerebro-máquina probada en animales. Una de las pocas personas en el mundo que ya tiene una interfaz activa es Nathan Copeland, quien se rompió la columna vertebral en un accidente de coche y se quedó paralítico de pecho hacia abajo (ver Un parapléjico vuelve a sentir mediante un brazo robótico conectado a su cerebro).
El prototipo de Neuralink se conecta al cerebro a través de docenas de finos hilos y, con el tiempo, debería volverse lo suficientemente pequeño como para poder instalarse dentro del cráneo y transmitir las señales de forma inalámbrica. A diferencia de él, el de Copeland consta de cuatro placas de electrodos de silicio en forma de agujas llamadas matriz Utah, insertadas en su cerebro y conectadas al mundo exterior a través de enchufes sobre su cabeza. Gracias a este aparataje, puede controlar robots y ordenadores, y recibir estímulos sensoriales en su cerebro.
Desde 2014, Copeland forma parte de un proyecto de investigación de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) dirigido por los investigadores Michael Boninger y Andrew Schwartz. Por eso, queríamos saber su opinión sobre la nueva noticia de Neuralink.
¿Qué opina sobre los planes de Elon Musk para una interfaz cerebro-máquina?
Bueno, es bastante genial. Parecía que tal vez iba a funcionar como ellos querían, pero probablemente ya no es así. Hace un par de años, cuando escuché que estaban trabajando en una interfaz neuronal, dije que yo estaría allí en un abrir y cerrar de ojos. Aunque estaba bromeando, es interesante pensar en lo que haré cuando me extraigan los implantes. Ya hace casi cinco años desde que los tengo. Además, la FDA (La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) cree que mis implantes se deberían extraer. Neuralink habló sobre la durabilidad de su implante y también sobre su gran cantidad de electrodos. Siempre digo que me gustaría que me hubieran puesto más electrodos dentro.
¿Por qué?
Básicamente, cuantos más electrodos haya, más neuronas se registran, así que me imagino que sería más sencillo ejecutar tareas más complejas. Estoy limitado a pensar en mi brazo derecho y en mi mano derecha. Creo que sería bueno tener más control. Siempre quiero jugar más videojuegos.
¿En qué trabajaba antes del accidente?
Estudiaba nanofabricación en la Universidad de Penn State Fayette (EE. UU.), así que no tenía trabajo, estaba estudiando.
¿Cree que tener un implante en el cerebro es como tener un trabajo?
Jaja. Sí, y ojalá el Gobierno también pensara así. Pero esa es la gran queja sobre la discapacidad. Yo paso 12 horas a la semana en el laboratorio haciendo pruebas y tardo una hora en coche en cada trayecto. Recibo una compensación mensual, más otro plus para el kilometraje y los peajes.
¿Cuál es su puesto de trabajo?
Oh. ¿Voluntario de investigación? Blackrock nos llama “Pioneros de BCI [interfaz cerebro-ordenador]”. Esa es la compañía que fabrica las matrices Utah, y yo tengo cuatro de ellas.
¿Cómo es la sensación de poder controlar las cosas con la mente?
Oh. Muy buena. Cuando alguien sufre un accidente como el mío se enfrenta a limitaciones sobre lo que puede hacer y su capacidad para interactuar con el entorno. Poder controlar cosas con la mente de esta forma resulta muy bueno y muy gratificante, aunque no hay beneficios para la salud.
¿Qué es lo que más le gusta hacer con la interfaz?
Me gusta jugar videojuegos. De momento, puedo jugar al Sonic Hedgehog 2. Pero tengo muchas ganas de jugar al Final Fantasy XIV, y también he jugado al Pac-Man Championship Edition DX. Pero, en general, solo les dejo que hagan lo que tenga un impacto beneficioso para la ciencia.
¿Qué haría si tuviera el implante cerebral de Elon Musk?
Me gustaría jugar con él. Sinceramente, eso es lo que yo haría. Me encantaba jugar a videojuegos y ahora ya no puedo hacerlo al mismo nivel.
Tiene implantes que transmiten el sentido del tacto al cerebro. ¿Qué sensación genera eso?
Tengo dos implantes en la corteza somatosensorial. Las sensaciones realmente cambian: van desde la presión, el hormigueo, el calor, la vibración y, a veces, la pulsación. Las sensaciones ocurren en mis dedos, cerca de la palma de la mano o en los nudillos.
¿Se siente real?
Sí y no. Algunas sensaciones, como la presión y la pulsación, están bastante cerca del análogo natural del mundo real. Los hormigueos no son antinaturales, pero tienen menos comparaciones con las sensaciones que yo habría sentido antes de mi accidente. Pero ahora son como una segunda naturaleza; son naturales para mí en este punto.
¿Se considera un cíborg?
En el sentido más amplio, sí, pero eso se debe principalmente a que me gusta decir cosas raras. Tengo una lista de reproducción de YouTube llamada My Cyborg Adventure.
¿Con qué frecuencia utiliza el implante y para qué?
Como tengo implantes sensoriales, hay cinco o seis personas que diseñan tareas y recogen los datos. También hago cosas a través del robot. En este momento, estoy haciendo una tarea para alcanzar un objeto. Luego están las tareas exclusivamente sensoriales: estimulan cada electrodo de uno en uno a 60 microamperios y les digo lo que siento. Luego hay una gran cantidad de tareas virtuales, en las que agarro cosas con diferentes niveles de fuerza, para que se pueda decodificar con mayor precisión cómo trato de agarrar.
¿Qué robot controla?
Es un robot de montaje KUKA LBR. De momento, es mi robot favorito. Es básicamente el tipo de robot que construye coches. Primero utilicé el brazo APL, luego el brazo Luke de DEKA, pero los dos tienen limitaciones porque están destinados a ser anatómicos: solo pueden alcanzar lo mismo que un brazo. Ese no debería ser mi límite. Kuka tiene mucha articulación. Si pienso en subirlo, puede subir y mantener el brazo paralelo al suelo. Es mucho más rápido. Me gusta.
¿Qué puede hacer con el robot? ¿Puede coger una pelota?
Puedo coger una pelota de tenis sin problema. Tiene una pinza. Recojo y muevo las cosas sobre la mesa tantas veces como puedo en dos minutos. Incluso he batido mi propio récord. Tengo un control bastante impresionante.
¿Usa la interfaz cerebral en casa?
Todavía no, pero están obteniendo permisos para que pueda hacerlo mediante una tablet. Es una tablet médica, así que no es tan potente como me gustaría. No es de lo más avanzada, no tiene mucho poder de procesamiento. Pero sería divertido jugar con ella en mis días libres.
¿Se apuntaría para obtener el implante de Elon?
Esa es una pregunta difícil de responder. Es un sí y un no. Tendría que hablar bastante con él o con su equipo para ver qué hacen. Sé que es fácil hacer que algo parezca más sofisticado o preparado de lo que es realmente. Cuando me apunté, fui el primer ser humano en tener implantes en la corteza sensorial, pero no fui el primero en tener la matriz Utah; se había probado antes. Creo que somos unos 20 hasta ahora.
¿Qué les ha motivado a unirse al estudio e insertarse un implante cerebral experimental?
¿A mí? Quería ayudar a impulsar la tecnología para que se vuelva lo suficientemente común como para ayudar a la gente, para que no tengan que pasar por las cosas por las que pasé yo. La depresión y la sensación de que ya no puedes hacer nada y de que no eres capaz de contribuir a la sociedad resulta desesperante.
Unirme a este estudio me ha dado un objetivo. Alguien tiene que hacerlo, y yo no hago casi nada más. Espero que llegue al punto en el que si alguien tiene una lesión y el seguro la cubre, se puedan recuperar las funciones, incluso tal vez algunas que nunca antes se tenían.
¿Es arriesgado tener una interfaz cerebro-máquina?
Supongo que habrá un riesgo bastante mayor con Neuralink. Si se comparan las posibilidades de comprar implantes cerebrales, creo que el de matriz de Utah es menos arriesgado. Es verdad que tengo pedestales en la parte superior de mi cabeza, y debo preocuparme de mantenerlos limpios. Un implante inalámbrico sería menos arriesgado en ese sentido. Pero por la forma en la que se introducen sus electrodos [los de Neuralink], tienen el ancho de un cabello y son muchos, si algo saliera mal y habría que extraerlos, y eso podría ser realmente complicado.
¿Qué opina de Elon Musk?
Siempre he considerado que las cosas que hace están muy bien. Bueno, realmente genial. Me gustaría ir al espacio, y me encantaría tener una furgoneta Tesla para silla de ruedas.
Él dice que las personas deberían tener implantes cerebrales de forma voluntaria. ¿Qué opina sobre eso?
Sinceramente, hubiera querido uno antes de mi lesión. Entiendo por qué no pueden comenzar en ese punto, pero creo que sería un buen lugar al que llegar en el futuro. En este momento, me parece que las personas paralíticas son básicamente los pilotos de prueba. La FDA no quiere que se introduzca nada en la cabeza de alguien con un cuerpo funcional, porque los electrodos que se atascan en la corteza motora podrían perjudicar alguna función. Así que comenzar con personas que ya perdieron alguna función es un buen punto de partida. Es una tecnología que podría ser de gran ayuda para un amplio rango de enfermedades y podría permitir nuevos avances.
¿Qué le llamó más la atención durante la presentación de Neuralink?
Pensé que era realmente genial, y por un momento llegué a sentirme un poco celoso de la persona que lo acabará llevando. Si suponemos que funciona, esa persona podrá hacer cosas geniales y ser la nueva estrella del mundo BCI. Si todo sale bien, definitivamente cambiará el mundo y nuestro punto de vista sobre estas cosas.