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“Soy el hombre más peligroso de Tulum. Te voy a hacer pomada”: la amenaza de Palazuelos a Lizbeth Romano a quien despojó de su predio

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Lizbeth Romano Sánchez, empresaria de Tulum que desafortunadamente es una víctima más de Roberto Palazuelos y su afición a despojar predios para incrementar sus propiedades a la mala. En diferentes el actor y empresario intentó desalojarla de su hotel sin haberlo logrado pero fue en 2021 con la ayuda de las autoridades cuando definitivamente la deja en la calle.

Ante este hecho la mujer interpuso una denuncia por fraude procesal contra Roberto Palazuelos que quedo sentada en el acta FGE/QROO/AMPTULUM/UITULUM/04/1555/2021 de la carpeta de investigación FGE/QROO/TUL/04/567/2021, siendo está una denuncia más a la larga lista de delitos y arbitrariedades que el Diamante Negro ha cometido.

La agraviada pide a las autoridades que no olviden su caso y que no quedé impune como el de Manuel Jiménez Sandoval y Albina Amador, por mencionar algunos.

El 9 de diciembre de 2009 la mujer de nombre Lizbeth Romano Sánchez celebró un contrato de arrendamiento con don Castulo Jiménez Sandoval a través de su representante de nombre Patricia Guadalupe Chao Puente por un predio ubicado en el kilómetro 7 de la carretera Tulum – Boca Paila.

En el terreno Lizbeth Romano aperturo su negocio comercial de nombre Yoga Shala Tulum en el año 2010, ya con todos los permisos y licencias de ley para poder operar. Previó a su apertura la empresaria realizó remodelaciones al establecimiento que corrieron a su cuenta, mismas que se las hizo saber al esposo de Patricia Chao llamado Jairo, quien se enojó porque la empresaria le notificó que tomaría a cuenta de la renta todos los gastos de remodelación.

Según el contrato, cada día 7 del mes el señor Jairo se encargaba de cobrar las rentas pero llegó un mes dónde no regresó por su pago. Esta situación se le torno algo rara a Lizbeth por lo que le hizo saber al notario José Antonio Argona Iglesias para que la asesorarán ya que tenía miedo porque el contrato estipulaba que si no se cumplía con el pago durante dos meses sería motivo de rescisión de contrato y esto no le convenía a la empresaria. El notario la canalizo con un abogado de nombre Álvaro López Joers.

El abogado López Joers ayudo a Lizbeth a localizar al señor Jairo pero este nunca se presentó y se negaba a cobrar las rentas. En consecuencia para evitarse otro problema, la arrendataria decidió iniciar un proceso de rescisión de contrato ante el Tribunal Agrario.

Para tal trámite, ni Jairo ni su esposa Patricia Chao se presentaron lo que generó incertidumbre porque no demostraron interés. Al poco tiempo descubrieron que todo derivó a qué ellos solo eran apoderados de don Castulo Jiménez, quien falleció y por ende ese poder ya no tenía validez jurídica.

Al poco tiempo aparece Roberto Palazuelos alegando que es el dueño del predio con documentos falsos identificados por el abogado pero el actor les hizo la primera amenaza de que si mencionaban algo al respecto en el juicio de rescisión de contrato, el magistrado sería quien lo reconozca como tal y saldrían perdiendo.

En fecha 24 de abril del año 2012 se admite un escrito interpuesto por el Lic. Alvaro López Joers en el juicio de rescisión de contrato en el Tribunal Agrario Informando que el causa habiente del ya finado Castro Jiménez Figueroa es el señor Roberto Palazuelos. En el mes de marzo del 2012 el Lic. Alvaro me presenta al señor Roberto Palazuelos, en donde ofrece avalar la inversión de Lizbeth a cambio de que le firme un comodato por cuatro años ocho meses sin pago de renta, al ser una oferta económica aparentemente buena, la empresaria firmó ese comodato en el restaurante del Hotel Ahau, en fecha 1 de mayo del 2012.

Misteriosamente para el 17 de mayo del año 2012 asesinan al Lic. Álvaro López Joers en su oficina de Tulum. En ese momento Palazuelos le notificó que el fallecido abogado le había dado muchos documentos del ejido para que los resguardara y que ahora el sería el encargado del juicio del Tribunal Agrario. Para el mes de diciembre del año 2012 la mujer recibe una llamada telefónica de un abogado que le mencionó que trabaja con el padre del señor Roberto Palazuelos y le advirtió “yo conozco muy bien como es Roberto, solo te quiero decir que mañana tiene terminó tu demanda en el Tribunal Agrario”.

En el año 2013 Romano Sánchez realizó diversas regularizaciones en el departamento de Desarrollo Urbano a nombre de la empresa UNIÓN ZAMATICA, ya que consideraba que el señor Roberto Palazuelos era el propietario. En el año 2014 continuo con el establecimiento y los tramites en regla como lo hice desde el inicio. En ese entonces se encontraba casada con un hombre de nacionalidad extranjera pero luego de realizar los trámites necesario su esposo recibe su RFC y la mujer decide compartir algunos giros del hotel para que la ayudará con la carga laboral de manera formal y legal.

Le notifica a Palazuelos del movimiento y esto causa su enojado por lo que la amenaza diciendo que si ella hacia eso mandaría a clausurar el negocio pero le puso una condición para acceder al movimiento de Lizbeth u fue que le firmara otro comodato, a lo que accedió.

Después de firmar ese comodato Palazuelos comenzó a comentar en la sociedad de Tulum que le habían firmado unos documentos como dueños y varios vecinos comentaron que eso era mentira. La empresaria no se quedó de brazos cruzados y en el Tribunal Agrario solicitó información y fue donde le confirmaron que nunca fue reconocido como el dueño por esta institución.

En 2016 Roberto Palazuelos se entera de que Lizbeth había investigado sobre el verdadero dueño del predio y se presenta en el Hotel Yoga Shala Tulum gritando “que no se les ocurra no respetar el comodato o les pongo unos kilos de cocaina en el hotel y a tu esposo lo deportarian. Yo soy el hombre más peligroso para Tulum, no sabes con quién te estás metiendo”, fueron las palabras del actor.

En el año 2017 el señor Roberto se muestra muy insistente, en que Lizbeth le firmará un contrato de sociedad de participación alegando que le gusta mucho el trabajo de la empresaria y que firmara un contrato de Sociedad en Participación a cambio de dos años más sin pagar renta. Sin embargo, la empresaria fue asesorada por las licenciadas Maria Luisa Almazán e Isabel del ejido José Maria Pino Suarez quienes le aseguraron que el señor Roberto no era el dueño y que no le firmaría ningún documento. Además Lizbeth Romano figuraba en los censos del ejido como la posesionaria ya por más de 7 años y se le había otorgado la constancia de ocupación. En consecuencia, el dia dos de mayo Palazuelos insiste que le firmen más documentos. Lizbeth se presenta en el Hotel el Diamante K acompañada del señor Edgar Bernard dónde le afirman que no firmaría nada porque no tenía la certeza de que el fuera el dueño y le expuso que tenía la constancia de ocupación del ejido.

El trata de convencer a la mujer de que el ejido no tiene la razón y que están mintiendo, para intimidarla muestra las armas que tenía en su silla. Ya alterado le grita a Lizbeth “Si tu no me firmas este documento, con el comodato que ya me firmaron tu marido y tú, yo hago un Juicio en el Distrito Federal, del cual ni te vas a enterar, llegando con un exhorto del cual nadie me va a cuestionar y te saco en no más de dos años; yo mañana pongo un generador muy ruidoso a un lado de la palapa donde hacen yoga para que no puedas dar una clase más, seré tu piedrita en el zapato, no tienes idea con quien estás hablando yo te voy a sacar una noche con cuarenta changos con machete, soy un perro de pelea yo de esto me alimento, para diciembre a ti ya nadie te va a ver en ningún lugar, ojalá tus hijos no estén el dia que yo te saque, te voy a sangrar. No va haber abogados que se quieran meter contra mi porque yo a tus abogados los cuelgo del puente de boca paila, estarás de rodillas suplicando que te pare de hacer daño, porque te haré pomada, si me le he puesto al tiro a ex presidentes y les he ganado tu que eres solo una ama de casa no podrás contra mi”, amenazó Palazuelos.

Al no lograr convencer a la mujer de firmar los documentos, Roberto Palazuelos cumplió su palabra y gracias a su influyentismo llevo a cabo el despojo del hotel de Lizbeth Romano.

El Diamante Negro acompañado de un grupo de hombre armados llegaron a las instalaciones, privaron de la libertad a los huéspedes no les permitían salir de sus habitaciones, a los guardias de seguridad los amagaron pero en un movimiento en falso algunos lograron escapar y pidieron ayuda a sus compañeros de negocios cercanos. Reaccionaron de inmediato y solicitaron de la ayuda de los policías, quienes se apersonaron a verificar los hechos. El grupo de choque al ver las patrullas huyeron por la parte trasera del hotel sin que pudieran detener a alguno. Por este hecho Lizbeth interpuso una denuncia el 5 de diciembre de 2017 con número de caso FGE/QR/TUL/12/918/2017 y con número de carpeta de investigación FGE/QR/AMPTUL/UITUL12/796/2017 pero quedó como tentativa de despojo.

En 2019 Roberto Palazuelos narra sus intenciones de despojar a Lizbeth en su serie de Netflix “Palazuelos Mirrey”, dónde con un mapa de Tulum y dos muñecos, una con el nombre de la princesa Lizbeth, señala el predio que le quitaría aventado a la muñeca por un lado.

El viernes 26 de marzo del 2021, la empresaria se encontraba en Playa de Carmen cuando recibe mensajes de texto y llamadas de parte del staff de su hotel y el restaurante Canopia, dónde le avisaron que Roberto Palazuelos había llegado con mucha gente entre ellos policías para desalojar el predio. Ella pide que le avisará al actuario que tenía un amparo, en lo que llegada, pero de poco sirvió porque procedieron a desalojar las instalaciones.

Al llegar todo ya estaba desmantelado, se encontraba un camión de mudanzas en el estacionamiento. Lizbeth se queda en la entrada del hotel adentro de su automóvil con su gerente de nombre Adomaro Valenzuela, cuando ve salir Roberto Palazuelos, seguido de su abogado Sidharta Bermudez Eckstein, después Nesder jefe de la policia y por ultimo el actuario Jose Mario Lopez Ruiz, uando se acerca el actuario le informa que ella es la dueña y lo único que dijo fue “Ya se ejecuto, Ya no se puede hacer nada”, sin haber enseñado la presunta orden judicial.

El actuario pide que traigan una grúa para mover el auto de la mujer, Roberto Palazuelos y Nesger tratan de abrir las portezuelas, cuando la grúa estaba tratando de enganchar el auto Lizbeth baja la ventanilla para decirle al actuario “de verdad no le importa que esta incumpliendo un mandato judicial”, en ese momento Nesger se cuelga de la ventanilla y logra quitar los seguros de las puertas, bajan del vehículo a la agraviada y a su acompañante con lujo de violencia. A Adomaro lo golpean entre varios hombres, lo meten a una habitación donde lo torturan, mientras a ella las mujeres policías la esposan y la mantienen detenida en una palapa.

Tras maltratar a la empresario y el gerente, el abogado Sidharta queda en duda de si en verdad existe el amparo que alegaba la mujer y si así es se había metido en un “pedote” con todo lo que habían hecho pero al actuario no le importó.

Después trasladan a la fémina y a Adomaro a las instalaciones de Seguridad Pública dónde los trataron cuan delicuentes y posteriormente son llevados al Ministerio Público de Playa del Carmen, dónde tampoco les dieron la atención necesaria y los tuvieron detenidos por mucho tiempo sin motivo alguno. Finalmente cuando fueron liberados Lizbeth detecto que su carro tenía desperfectos como si hubiesen querido sembrar drogas y se dió cuenta que Roberto Palazuelos había dado entrevistas muy alejadas de la realidad y a conveniencia.

Hoy la empresaria refiere que “el desalojo lo hicieron con las autoridades pagadas, ya que en viernes no se hacen desalojos y fue justo antes de las vacaciones de semana santa de los juzgados. Hasta el momento no he podido recuperar mi predio y el señor Roberto Palazuelos ya le ha realizado diversas modificaciones en el mismo”.

Así mismo pide a las autoridades que se investigue este hecho en el que fue una víctima más de Palazuelos y su afición de adueñarse de predios en la zona costera de Tulum a costa de lo que fuera, siempre y cuando se privilegien sus intereses.

Lizbeth Romano Sánchez aún no recibe justicia en su caso como las otras víctimas que han denunciado los abusos de Roberto Palazuelos.

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