Quintana Roo

UQROO | “Ningún estudiante está pagando colegiatura alguna, nada, cero: Francisco López Mena, rector

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En una rica entrevista con el rector de la Universidad de Quintana Roo, a tres años de su rectoría, destacó que un avance muy importante fue el haber digitalizado la educación universitaria, en la que recalcó que la casa de estudios debe cumplir con su mandato constitucional y ser gratuita.

Por Luciano Núñez

Sencillo, afable, despojado de los artificios de los cargos que ha ostentado y tiene en su extensa carrera de servicio público, ahora como rector de la Universidad de Quintana Roo, Uqroo, Francisco López Mena recibe a Grupo Pirámide en su oficina de Cancún, ciudad en la que ha sido pionero en la educación, recordado como uno de los fundadores de colegio La Salle, en una urbe que apenas daba sus primeros pasos en medio de una densa selva, y donde años más tarde se desempeñaría como reconocido notario público. Durante su gestión se han producido dos de los hechos más relevantes para la Uqroo en los últimos años: la autonomía y las licenciaturas en línea. Es un acontecimiento que explicará a con la parsimonia y claridad que lo caracterizan.

“NUNCA MÁS VOLVERÁ LA UNIVERSIDAD A SEPARARSE DE LA SOCIEDAD”

 —Me gustaría comenzar con que nos explique qué es lo que significa la autonomía universitaria que se logró en esta administración.

­—Para efectos de que pudiera entenderse, que significa mucho o significa muy poco, dependiendo del ángulo desde el cual se analice. Estoy convencido de que la manera de entender qué significa autonomía es compararla con el ser humano cuando este logra su mayoría de edad; es decir, un joven cuando llega a los 18 años en nuestro país empieza a ser formalmente un ciudadano. Eso ¿Qué significa para este joven? ¿Se transformó? ¿Al otro día ya tenía otras condiciones de vida? ¿Qué cambió? No cambió nada, pero cambió todo, porque ya es un ser humano que tiene reconocimiento de madurez.

—Y tiene que valerse ahora por sí mismo.

—Ya puede tomar sus propias decisiones. Exactamente es lo que le ha pasado a la universidad. Si nos ponemos a analizar, desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista administrativo, qué cosas cambiaron: son muchas, pero quizá muy pocas.

—¿Es un poco también despolitizar la universidad?, porque se estilaba que el gobernador disponía de muchos de los espacios o tenía ciertas injerencias de la universidad. ¿Es un poco tomar distancia de ese efecto?

—Creo que es mucho más que eso. Cuando una universidad logra autogobernarse, puede decidir cuáles son las normas que van a regular su funcionamiento. Ejemplo, hay normas que tienen que ver con la administración de los recursos económicos que nosotros tenemos que seguir; antes de ser autónomos, los procedimientos eran los de la Secretaría de Finanzas y no podíamos cambiarlos. Y si la Secretaría de Finanzas tiene procedimientos burocratizados, basados en la desconfianza, hay cosas que a veces ni se entienden, pues teníamos que seguir con ese procedimiento. El ser autónomos nos permite crear nuestros propios procedimientos.

Ley orgánica y las nuevas reglas

Frente a un inmenso ventanal que muestra el avance de la ciudad: moles de cemento rodeadas de una selva verde y enigmática, dice López Mena que lo primero que van a hacer son reglas para el manejo de los recursos que se basen en la confianza. Nosotros tenemos que basarnos en principios de confianza, porque confío en ti, puedes hacer esto, pero desde luego que me vas a rendir cuentas, desde luego que te voy a supervisar, te voy a sancionar si no cumples, pero confío en ti. Hay todo un tema que tiene que ver con eso, pero que tiene que ver con la totalidad de las normas, es decir, el Congreso cuando nos otorga la autonomía, nos concede dos meses como plazo para armonizar nuestra estructura legal. El reglamento sobre la Ley Orgánica la aprueba el consejo universitario, y hay 19 reglamentos que tienen que ver con profesores, con estudiantes, con administrativos, procesos de titulación, etc. Y todo esto lo estamos cambiando, porque hay que armonizarlo a la nueva responsabilidad que tenemos. Si bien celebramos que la sociedad –así lo sentimos- que confió en que tenemos la madurez para podernos autogobernar, también entendemos la inmensa responsabilidad que eso significa.

Cambios en la Junta Directiva

—Hubo al comienzo algunas situaciones con el Sindicato, ¿Cómo está ese tema hoy?

—Muy bien. Sólo quiero terminar con el concepto de autonomía. La universidad la logra basada en el espíritu de sus fundadores: Miguel Borge, y el equipo que lo acompañó hace 31 años, le dieron calidad de Universidad Autónoma desde que fundaron. Hubo un gobierno posterior que consideró que eran demasiadas libertades para la institución y, entonces, había que ponerle controles. Y el primer control que cambiaron fue la junta directiva, que antes de la antes de la autonomía la integraban 11 personas, de las cuales, 7 designó el gobernador y 4 eran designados por los órganos internos de la universidad. ¿Dónde estaba la mayoría? y además sobraba mayoría, pues en las personas que el gobernador había designado en la Junta Directiva. Ahora la Junta Directiva la integran 9 personas, 5 de ellas provienen de los órganos universitarios, y de las otras 4, 2 provienen del órgano universitario, que es el patronato; y el otro órgano universitario nuevo que es el Consejo Social. Así que las 9 son producto de la designación de los órganos internos de la propia universidad, ese es el gran cambio.

Rescatamos entonces el espíritu de los fundadores con la creación desde el Consejo Social, porque el otro aspecto fundamental que cuando la universidad nace sí tiene es la obligación de estar vinculada permanentemente con la sociedad. La universidad existe por la sociedad, pero además, debe ser para la sociedad. Es natural, en grupos de carácter académico, el considerar que la sociedad no tiene mucho que opinar, porque desconoce a profundidad los temas como los conocen los académicos. Durante 10 años no se aperturó ninguna licenciatura nueva, pero no preguntamos a la sociedad si necesitaba o no una nueva licenciatura y, en 10 años, sí se necesitó una nueva licenciatura.

—¿Qué ha pedido la sociedad con esta nueva dinámica?

—El tema de decir ¿por qué no nos permiten a nosotros hacer un análisis, junto con ustedes, pero nosotros, por nuestro lado, de qué es lo que la sociedad quiere? ¿Qué licenciaturas, qué doctorados, qué maestrías, qué diplomados quiere?

—¿Eso ya está en marcha?

—Estamos en marcha muy bien, estamos avanzando y hoy tenemos, gracias al Consejo Social, integrado esa comunicación permanente y nunca más volverá la universidad a separarse de la sociedad.

“CREO EN EL TALENTO DE LA UNIVERSIDAD: HAY BUENOS CIMIENTOS”

—Si usted hiciera un corte de caja hoy, en cuanto a sus tres logros más importantes, bueno la autonomía ya la hemos hablado, ¿Cuáles serían sus tres más destacados avances en tres años de gestión?

—No creo que haya tenido ningún logro personal, pero sí creo que el talento que en la universidad siempre ha existido, me tocó exprimirlo y con muy buenos resultados. Hay gente que me ayudó dentro de la universidad, porque yo llegué sin nadie; clásico que llega alguien con su equipo de confianza, yo llegué sin nadie, porque conocía la universidad y que aquí había talento de sobra para ayudarme, en lo primero que decidí que había que hacer. Cualquiera que llega a liderar una organización, sobre todo con estas características, tiene que hacer y es lo que se denomina como la reingeniería administrativa, porque tenemos que transformamos y no es porque hayamos creído que lo que estaba no sirve, sí sirve, hay buenos cimientos en la universidad, porque lo pusieron desde los fundadores, y en 31 años se fueron construyendo muy buenas cosas, pero es natural que después de 30 años haya personas que encontraron su zona de confort, cotos de poder, conveniencias, que son naturales y humanas en cualquier organización. Entonces, el concepto fue: vamos a reorganizarnos, poner orden y empezamos por la distribución de las licenciaturas.

­—¿Cómo era la situación de licenciaturas?

—El desorden surge porque la universidad nace con un solo campus; Chetumal, después nace Cozumel, Playa del Carmen y Cancún, pero cuando nace el primer campus ¿qué licenciaturas va a requerir ese campus? Las que correspondan al criterio de carácter local, y después, se repite el mismo proceso para los demás municipios. Resulta que había cuatro universidades, porque se hicieron programas educativos más conformes a lo que existía. En Playa del Carmen se decide que haya Derecho, pero también lo había en Chetumal, pero con dos jefes diferentes; entonces, una misma licenciatura tenía dos estructuras y docentes diferentes, por el solo hecho de que estaban en municipios diferentes. Los programas tienen que organizarse conforme a las áreas de conocimiento: las ingenierías van en un área, no importa en cuál de los campus están implementadas, todas tienen una división, un jefe divisional; lo mismo pasa con las ciencias económicas, las ciencias de la salud.

—Hoy en día, ¿Cómo está esa distribución?

—Tenemos siete divisiones, siete áreas en donde hay 30 licenciaturas, traemos también maestrías y doctorados, algunas de ellas se imparten en otros campus.

—Por ejemplo, Derecho, ¿sólo se imparte en un campus?

—Derecho en tres: Chetumal, Playa del Carmen y en Cancún, pero es un solo el director de Derecho, no importa que se imparta en tres universidades.

—Hay una línea rectora.

—Hay una administración única, porque antes eran tres jefes de Derecho, siendo una sola carrera impartida por una sola organización.

Licenciaturas en línea

—Tengo entendido que también han avanzado mucho en la impartición de carreras, sobre todo en licenciaturas en línea.

—No existían las licenciaturas en línea cuando yo llegué y no puede ser que en esta etapa ocurra eso. Ahora tenemos tres licenciaturas en línea: Educación, que es nueva; Derecho y Gestión Pública. Es un avance muy importante el haber digitalizado la educación universitaria.

Hoy queda clarísimo que eso tenía que suceder, la pandemia obligó a eso, pero antes parecía que antes de la pandemia era un tema que antes dudaban.

Recategorización de personal

—Y seguro han tenido que hacer toda una reestructura, en cuanto al docente que imparte la clase, que sepa manejar los programas. No es lo mismo una clase presencial, que en línea.

—Los modelos educativos son los elementos desde donde parte todo. Ese modelo educativo también es nuevo, porque tenía once años de existir y la educación se ha transformado, entonces entendimos cuáles son los nuevos conceptos del modelo educativo y los socializamos como debe de ser y se logró. No hubo necesidad de ningún enfrentamiento con nadie, las resistencias naturales porque cualquier transformación las provoca. Logramos el consenso de la gran mayoría de los integrantes del Consejo para que empezáramos con un nuevo modelo educativo, lo que se tradujo en una revisión de todas las licenciaturas y la reorganización administrativa.

Había 104 personas que estaban contratadas con el concepto de servicios profesionales, no formaban parte de la nómina, no tenían seguro social, no tenían jubilación y logramos darles su plaza. Si uno de los valores que persigue la universidad tiene que ver con la justicia, tenemos que hacerlo, no podemos tener personal que no tenga seguridad social, que no esté acumulando para su jubilación. Había un rezago también en la recategorización de los profesores, a 104 personas que les dimos plaza, personas que desde luego están trabajando con condiciones anímicas muy diferentes, su productividad es otra. Un profesor entra a trabajar con una categoría inicial y va acumulando niveles conforme a que vaya incrementando sus conocimientos, pero ahora tenemos seis categorías, porque 10 años habían pasado sin que se haya recategorizado a nadie. 98 profesores fueron recategorizados, aparte de los 104 que mencionamos, que fueron reconocidos primero por lo que significa que le reconozcan el nivel que ya alcanzó, pero también las prestaciones económicas.

—Tiene que ver también con una cuestión humana.

—Claro, tengo que educar a un estudiante para que mejore, y resulta que las condiciones para mí como maestro son contrarias a lo que estoy enseñando.

—¿Cuántos estudiantes hay en la universidad?

—Cerramos las inscripciones y vamos a ser, en números redondos, ocho mil estudiantes, éramos siete mil el año pasado, traemos un crecimiento importante en este año. La cobertura, que es el espacio que la universidad ofrece a estudiantes de bachillerato, que luego van a licenciatura, traíamos un porcentaje de descenso, el porcentaje de cobertura a los años previos a mi llegada, iban disminuyendo. Desde que llegué ha subido porque en nuestra matrícula había 5 mil estudiantes, y ahora, hay ocho mil. Ha sido un crecimiento importante, creo que son muy pocas las instituciones educativas del país que han logrado un crecimiento, porque la pandemia afectó en sentido contrario, hay una disminución a consecuencia de la pandemia. Pero nosotros incrementamos y una de las razones es esta decisión de que la universidad debe cumplir con su mandato constitucional y ser gratuita. Este año ningún estudiante, de los 8 mil estudiantes, está pagando colegiatura alguna, nada, cero. La única institución en el estado que inició este periodo escolar con cero colegiatura, eso es algo que nos satisface plenamente, pero estoy convencido de que no es algo para dolernos, es algo constitucional que estamos cumpliendo.

—En Estados Unidos, que es un país democrático y de primer mundo, no existe eso.

—No existe, y las escuelas particulares tienen todo el derecho de cobrar, pero las escuelas públicas no deberían de cobrar.

No hay plan: la educación superior se tiene que reinventar

 —¿Qué es lo que quisiera hacer en este año que recién comienza de un nuevo ciclo?

Desde luego seguiremos con la reestructuración, con la adecuación. La conferencia mundial de educación que se dio en Barcelona y pude participar desde aquí de manera virtual, llegué a la conclusión que hasta parece sorpresiva: no hay plan para los próximos años, porque la educación superior se tiene que reinventar, por lo que invitamos a todas las instituciones de educación superior del mundo a que piensen e imaginen cómo transformarse. Este concepto nos llega en el momento de nuestra autonomía, así que este proceso de transformación es profundo y vamos a continuar con él este año. Creo que he dedicado estos tres años a lo interno, tenemos que empezar a cumplir nuestra función que nos haga más responsables socialmente.

—¿Cómo plasmar eso?

—La universidad debiera ser un referente del conocimiento para todos los quintanarroenses, en cualquier tema que tenga que ver con la ciencia, debiera pensar que hay una universidad en su estado en la cual puede consultar porque allá hay conocimiento. A nivel país, está la UNAM. Ahí está el reto, vamos a cumplir e iniciar ese reto para que la universidad se convierta en referente de conocimiento.

Vienen siete encuentros: El desprecio a las normas

“Este año vamos a organizar siete encuentros sobre siete temas que signifiquen un desafío para el estado, en siete áreas del conocimiento. Cada uno de los temas va a convocar a todos aquellos que deseen participar en los foros del conocimiento. El primero de ellos lo vamos a realizar el día siete de octubre y lo vamos a hacer ese día porque es emblemático al día siguiente cumplimos 48 años como entidad federativa y el tema le correspondió al área de Derecho, de ciencias sociales, el tema es el desapego al cumplimiento y a las normas que nos rigen en todo nivel, estamos hablando de que la sociedad, en general, menosprecia mucho las normas. Una organización internacional fue la que lo menciona con base en una evaluación que hizo de los estados de México, y nosotros el año pasado estábamos en último lugar. Este año quedamos en el lugar 30, pero no porque hayamos aumentado de nivel, sino porque Morelos y Guerrero bajaron niveles y por eso subimos.

“HALLAR EL CONOCIMIENTO QUE NOS AYUDE A RESOLVER ESTOS TEMAS”

—En muchos países las universidades son una fuente de ingresos por sus patentes, por sus creaciones a la universidad que por ella misma puede patrocinar, se financian con sus deportistas o investigadores.

—No tenemos financiamiento en este tema, pero estos encuentros servirán mucho. Traemos siete áreas del conocimiento y en cada una de ellas va a haber un tema. Tenemos una división de desarrollo sustentable y vamos a hablar del sargazo y lo que falta por conocer, o no hemos sido capaces de saber de este fenómeno que tanto afecta a nuestro estado y así vamos a tener estos temas. Iniciamos en octubre, terminamos en julio, durante un año serán estos encuentros, el año que me queda. Estamos invitando a participar a todos para que haya ponentes, hay toda una organización que muy pronto vamos a dar a conocer, porque queremos invitar al gobierno nuevo a que participe con nosotros y que todos los sectores participen para hallar el conocimiento que nos ayude a resolver estos temas. El otro tema que tiene que ver con la sociedad, sobre nuestros 120 años, me parece que la contribución de la universidad a fortalecer la identidad de los quintanarroenses, es otro factor fundamental, y por eso, que se conociera la historia de nuestros 120 años a partir de que fuimos denominados un territorio federal era importante; estamos en eso, tendremos un evento en Felipe Carillo Puerto y seguiremos fortaleciendo el sentimiento de pertenencia en los quintanarroenses.

por : grupopiramide

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