Depende de que la administración de Quintana Roo logre consolidar al menos una de las tres opciones de ubicación que existen.
Cancún, QR. La segunda estación del Tren Maya en Cancún depende de que el gobierno del estado logre consolidar al menos una de las tres opciones de ubicación que existen y que son viables en términos urbanos para el proyecto.
Así lo dio a conocer el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, quien dijo que la decisión de hacer la segunda estación ya está tomada y sólo depende de la disponibilidad de la tierra.
Dicha estación se ubicaría al menos 11 kilómetros adentro de la mancha urbana de Cancún y facilitaría la alimentación tanto de turistas como de trabajadores que requieran traslados a alguno de los puntos a lo largo del corredor Cancún-Riviera Maya, explicó el funcionario.
“Si me dicen que mañana tienen los terrenos, en ese momento se decide hacer la segunda estación; no es algo que urge, podemos esperar a fin de año a que se defina el tema de las tierras”, agregó.
“Sería una gestión del gobierno del estado y vendría a dar un gran servicio a la ciudad, tanto por temas de reordenamiento urbano en torno a la vía como de agilización de la movilidad de miles de personas que por ocio o por trabajo se desplazan desde Cancún hacia algún punto de la Riviera Maya”, manifestó.
El director general del Fonatur aclaró que el gobierno de Quintana Roo analiza actualmente tres opciones de tierras, de las cuales no pudo adelantar sus ubicaciones para evitar especulación en torno a dichos predios; sin embargo, “en tanto no se firme nada no se puede hacer oficial el anuncio de esta segunda estación”.
En una entrevista previa, el director de la Agencia de Proyectos Estratégicos (Agepro), Eduardo Ortiz Jasso, informó que analizan una nueva modificación al proyecto del Tren Maya que implicaría construir no sólo una, sino dos estaciones en Cancún.
Aseveró que incluso ya se cuenta con la reserva territorial que sería aportación del gobierno del estado, así como los derechos de vía para el nuevo tramo férreo que se desprendería desde el Aeropuerto Internacional de Cancún (una estación) a 11 kilómetros adentro de la mancha urbana de Cancún (segunda estación).
Fase de análisis
Aunque es muy factible que se defina construir esta segunda estación, Ortiz Jasso refirió que aún se encuentra en fase de análisis, principalmente de la demanda que tendría la estación urbana del tren.
“Estamos en los estudios de demanda, es decir, lo que se está buscando para el Tren Maya es que las estaciones y sus corredores alimentadores faciliten al máximo que el mayor número de personas se pueda subir al sistema; si los estudios arrojan que existe un número importante de personas que pudieran hacer uso del servicio, estaríamos garantizando la demanda necesaria que justificaría esta segunda estación”, indicó.
El director de la Agepro recordó que la propuesta de dos estaciones en Cancún es incluso anterior al Tren Maya, pues era parte del proyecto ferroviario del gobierno de la entidad que buscaba impulsar el mandatario Carlos Joaquín González, mediante una asociación público-privada.
PDU reaviva proyectos inmobiliarios
Cancún, QR. Luego de publicarse el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de Cancún, se han reactivado diversos proyectos inmobiliarios que habían permanecido detenidos por la incertidumbre que generó la controversia jurídica en contra del instrumento que regula los parámetros de crecimiento urbano, aseguró Tayde Favila Soriano, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) de Cancún.
Explicó que de mayo a julio se ha puesto en marcha la construcción de al menos 2,000 nuevas unidades residenciales de lujo, principalmente en zonas exclusivas como Puerto Cancún, y de nivel medio alto en la avenida Huayacán, nueva zona de expansión de la ciudad.
El PDU es el instrumento que regula el crecimiento urbano de la ciudad, definiendo usos de suelo y densidades de construcción para cualquier tipo de proyecto.
Una actualización de este documento aprobada en los últimos meses de la anterior administración municipal generó durante el 2018 diversas críticas y la interposición de recursos legales para evitar que entrase en vigor, pues sus detractores aseguraban que los cambios hechos en los parámetros urbanos beneficiarían únicamente a los grandes desarrolladores inmobiliarios, sobredensificando la ciudad y la zona hotelera con más cuartos de hotel.
Finalmente, el documento se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Quintana Roo a mediados del mes de abril, luego de que se resolviera la controversia legal en contra del documento.
Favila Soriano indicó que los proyectos inmobiliarios que se detuvieron han vuelto a reactivarse al tener la certeza de que los parámetros urbanos que requieren están plasmados en un instrumento con validez jurídica.
El PDU divide en 23 distritos urbanos la ciudad, los cuales estarán obligados a concentrar toda la oferta de servicios educativos, comerciales, de salud y de movilidad, de tal manera que estarán enlazados por vías primarias que facilitarán el traslado de sus habitantes de una zona a otra.
El documento permitirá aumentar la altura de las construcciones hasta 22 pisos y se otorgan usos de suelo mixtos en algunas zonas, por lo que se favorecerá la llegada inversiones tanto para nuevos desarrollos habitacionales en construcciones verticales, como para centros comerciales, restaurantes, bancos y oficinas, donde anteriormente sólo se permitían construir viviendas.
La presidenta de AMPI dijo que la reactivación de las 2,000 unidades en Cancún es sólo una parte de toda la inversión que se detonará para la ciudad, pues además de vivienda de lujo están llegando capitales de inversión en plazas, bodegas, oficinas y naves industriales; también hay gran expectativa por la demanda de servicios que implicará la llegada del Tren Maya.
Versiones en contra
Activistas ambientales señalan que el PDU, que fue suspendido durante varios meses y finalmente publicado en abril pasado, se integró de espaldas a la ciudadanía de Cancún, con el fin de favorecer intereses de los grandes empresarios, sin considerar los problemas derivados de la sobredensificación urbana que proponía el documento. (Jesús Vázquez)