La Cámara de Representantes de Estados Unidos entregará el lunes al Senado una medida de juicio político contra el ex presidente Donald Trump por acusaciones de incitar a la insurrección, rechazando un pedido de retraso del líder republicano de la Cámara alta, Mitch McConnell.
El líder de la mayoría, Chuck Schumer, quien desplazó a McConnell como líder del Senado después de que los demócratas ganaran dos escaños en un balotaje en Georgia este mes, anunció la medida en el pleno de la Cámara alta, pero no dijo cuándo comenzaría el segundo juicio político a Trump.
“La Cámara de Representantes entregará el artículo de juicio político al Senado. El Senado realizará un proceso de juicio político a Donald Trump. Será un proceso completo. Será un juicio justo”, declaró Schumer en el piso de la Cámara alta.
Eso ocurrió la mañana después de que McConnell pidiera a la Cámara que retrasara el envío de los cargos hasta el jueves y que acordara no iniciar el juicio hasta mediados de febrero para dar a Trump más tiempo para preparar una defensa.
“Este impeachment comenzó con un proceso sin precedentes, rápido y mínimo, en la Cámara de Representantes. La secuela no puede ser un proceso insuficiente en el Senado que niegue al expresidente Trump su debido proceso o dañe al Senado o a la propia presidencia”, dijo McConnell.
Esta situación se da en momentos en que Schumer y McConnell están luchando para controlar una cámara dividida donde los demócratas mantienen ahora una estrecha mayoría gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
El juicio podría distraer los esfuerzos del presidente demócrata, Joe Biden, para impulsar una ambiciosa agenda legislativa que incluye casi 2 billones de dólares en ayuda para personas y empresas, así como la necesidad de confirmar a los nominados de su gabinete.
Trump se convirtió la semana pasada en el primer presidente de la historia de Estados Unidos en ser sometido a juicio político dos veces y, cuando el senado se reúna para este proceso, será el primero en ser juzgado después de dejar el cargo, por su presunto papel en instar a sus partidarios a invadir el Capitolio en un ataque que dejó cinco muertos.